Lo que hizo Feijóo al llegar al plató a cinco minutos de su debate con Sánchez provoca muchos comentarios: "No los suelta"
Los dos candidatos han compartido varios minutos en el plató, antes del comienzo del debate, pero sus actitudes han sido muy distintas
MADRID , 10/07/2023.- Los candidatos a la presidencia del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez (i) y el popular Alberto Núñez Feijoo, antes de iniciar el debate electoral hoy lunes en Madrid. EFE/ Juanjo Martín. / JUANJO MARTIN (EFE)
Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo se han visto este lunes las caras en un debate tenso y bronco. Antes de que la confrontación diese comienzo, los dos protagonistas del único cara a cara que se celebrará durante la campaña, se han visto en una situación inédita: el candidato del PSOE y el del PP han compartido sala durante varios minutos antes del comienzo del debate. Lejos de buscarse o intercambiar palabra alguna, han adoptado actitudes muy distintas.
El momento de la llegada de los candidatos ya había generado muchos comentarios, en primer lugar por lo que portaba Núñez Feijóo al salir del coche que le ha llevado a los estudios de Atresmedia en Madrid y después por el atuendo elegido por cada uno de los dos candidatos, que ha generado el comentario crítico de una experta en protocolo por lo que todo el mundo ha podido ver cuando se han bajado de los coches.
Sin embargo, ha sido en el estudio donde se ha producido una situación que ha llamado la atención de la audiencia: la diferencia de actitud de Pedro Sánchez y Núñez Feijóo en el plató donde iban a mantener el debate. Los dos candidatos han compartido unos minutos en ese espacio, pero mientras el presidente en funciones se mostraba distendido y paseaba, el candidato del PP se ha sentado en la mesa y ha seguido repasando sus comentados papeles, mientras departía con su asesora, Marta Varela.
Esta circunstancia ha generado muchos comentarios irónicos en redes:
"Un error jurídico se arregla; lo suyo es una claudicación"
Uno de los momentos más tensos del debate se ha producido en el tercer bloque temático, dedicado a Política social e Igualdad. En ese momento, Feijóo ha tratado de rentabilizar las rebajas de condena provocadas por la llamada Ley del Solo Sí es Sí y ha tratado de responsabilizar de las mismas a Pedro Sánchez.
El presidente en funciones y candidato socialista ha adoptado para su réplica un tono duro y, tras admitir que aquella ley fue un "error jurídico", ha pronunciado una encendida reflexión, de más o menos un minuto, en la que ha recordado a Feijóo que el Gobierno de coalición corrigió la legislación en materia de violencia sexual y ha situado en el foco los pactos del PP con Vox.
"Un error jurídico se corrige porque es un error; pero una declaración machista u homófoba dicha a sabiendas eso no es un error, eso otra cosa", ha criticado el presidente del Gobierno. A continuación, le ha recordado los trágicos datos de violencia machista que existen en nuestro país. "En este país los machistas asesinan a mujeres. Y usted está pactando con un partido machista que no condena la violencia de género", ha rematado.
Un debate bronco y casi imposible de seguir
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, protagonizaron un único cara a cara electoral demasiado bronco y plagado de interrupciones y reproches, un debate difícil de moderar en el que el candidato socialista empezó de menos a más y en el que las disputas se centraron en los datos económicos, las consecuencias de la ley del sí es sí y los acuerdos con Vox.
"Déjeme hablar", "eso es mentira", "¿puedo hablar?"... frases como estas se repetían mientras cada uno intentaba llevar el debate a su terreno. Sánchez defendía gestión mientras que Feijóo buscaba aire en la repetición de la derogación del 'sanchismo'. Sánchez buscaba la tranquilidad y Feijóo pasar al ataque cuanto antes. Nada que no se intuyese a la llegada de ambos, que ya fue toda una declaración de intenciones. Uno de rojo y otro de azul, uno con las manos vacías y otro cargado de folios. Dos formas totalmente diferentes de hacer una puesta en escena, pero con cada detalle estudiado al milímetro.
