Opinión

Calor

"Nos llegó congelada del latín. En principio como palabra de género masculino, aunque ya desde el primer diccionario se advierte de que “algunos la hacen femenina diciendo la calor”, una forma que no gustaba a los académicos"

Calor

Calor

02:04

Compartir

El código iframe se ha copiado en el portapapeles

Madrid

Para gustos los colores, afirma un dicho, y para gustos también los calores, se podría decir. Porque hay dos tipos de calor, uno físico, otro metafórico, y la consideración de cada uno es bien distinta. Mientras el metafórico es bueno, dar calor a, recibir el calor de, o hacer algo al calor de alguien, nos hablan de afecto, acogida y protección. Cuando se trata del calor físico, las cosas van de mal en peor. Incluso el neutro “hace calor” ya indica que bueno, bueno, no hace. Pero a partir de ahí, tenemos olas o golpes de calor y nos ahogamos, nos asamos, nos freímos, nos achicharramos o nos morimos de calor.

Más información

La palabra calor nos llegó congelada del latín. En principio como palabra de género masculino, aunque ya desde el primer diccionario se advierte de que “algunos la hacen femenina diciendo la calor”, una forma que no gustaba a los académicos. Todavía en el Diccionario Panhispánico de Dudas, ya en este siglo, se dice que “el femenino se considera vulgar y debe evitarse”. Sin embargo, quizás porque llegó alguna queja acalorada de esos algunos que son millones, hoy la RAE ha matizado esta sentencia y afirma que “en muchas zonas del sur de España es normal su uso en femenino incluso entre hablantes cultos”. Pues nos alegra el cambio, aunque me temo que a quienes hablaban de la calor desde la cuna, las recomendaciones de la RAE siempre les han dejado fríos.

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00