Trabaja en Zara y la petición surrealista de una clienta le deja sin palabras: "Cree que todos somos sus criados"
"Cuanta paciencia hay que tener, madre mía"
Entrada de una tienda de Zara en Barcelona. / ALBERT GEA (Reuters)
Madrid
Las redes sociales se llenan a menudo de historias y experiencias que algunos usuarios deciden contar para ilustrar algunas historias surrealistas. Esto se acaba convirtiendo en tendencia y poco a poco se van sumando más y más personas a la publicación inicial. La cuenta Un Camarero Leonés ha comenzado uno de estos hilos de historias en Twitter. En su caso, ha contado una conversación con un cliente que le sucedió mientras trabajaba en la hostelería. Le dijo que en la carta no venía la opción de salmorejo, pero quería saber si había. Una pregunta ilógica porque si no está en el menú se entiende que no hay.
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A raíz de esta historia, pedía que otros contaran sus conversaciones surrealistas con clientes y más de mil personas se han animado a hacerlo. Uno de ellos ha sido el usuario llamado Príncipe Gitano, trabajador de la tienda de ropa Zara. Durante su puesto de trabajo, le pasó una situación totalmente inesperada. Una clienta le preguntó por una talla de vestido, él mira si hay stock en el establecimiento pero no queda. En cambio, en una tienda muy cercana si queda de la talla que busca la señora. Es entonces cuando se lo dice y la respuesta de ella le deja sin palabras: "Perfecto, pues te espero aquí mientras vas a buscarlo, y rápido que tengo prisa".
Las palabras de la mujer han desatado las críticas de otros usuarios que han cuestionado que la clienta trata como si fuera su esclavo al dependiente. "Cuanta paciencia hay que tener, madre mía", "la mayoría de personas deberían trabajar un año en una tienda de ropa, para que sufrieran como es la gente" o "hay una clase de gente que cree que todos somos sus criados" son algunos de los comentarios que ha recibido.
En la publicación hay otros cientos de respuestas que cuentan conversaciones surrealistas. Un trabajador de un bingo narra que una vez un cliente le pidió que se quedara con su cartón en mitad de una partida porque necesitaba ir al baño. El empleado se negó porque asegura que no está permitido y el cliente le dijo que se iba a orinar encima, en la silla, y así lo hizo.
Otro cuenta que trabajaba en una tienda de electrónica. Le llama un cliente para quejarse de que lleva todo el día intentando encender la televisión y no funciona, por lo que, cabreado, comienza a insultar al trabajador. Este le dice que lamenta mucho lo ocurrido y le pregunta si ya ha intentado conectar el televisor y volverlo a encender. Tras un breve silencio, el cliente malhumorado le dice que en realidad estaba desenchufado.
El tuit inicial, el que ha comenzado el hilo, ya acumula más de mil compartidos con historias similares.
