"Yo tenía mucha vergüenza de mí misma": la lección del hijo de Conchita que la cantante nunca olvidará

Madrid

La cantante Conchita ha contado una historia personal muy íntima en sus redes sociales. Como ella misma explica, dudaba mucho si hacerlo pero al final se ha animado porque cree que puede ayudar a alguien que esté pasando por algo parecido porque, además, esta historia tiene final feliz. "Hace unos años yo me hablaba muy mal", comienza relatando, como ya hizo en su día en el podcast sobre salud mental de Ángel Martín.

"Se empezó a decir que yo era cursi, que era moñas, que era aburrida... muchas de esas cosas... Yo tenía como mucha vergüenza de mí misma. Leía muchos comentarios... me empezó a dar vergüenza de mí misma y lo pasé súper mal", confiesa. Dice que incluso llegó a pensar que, si alguna vez tenía un hijo, le iba a dar vergüenza también de su madre "porque le van a decir, "ah, ¿tú madre es Conchita?, qué vergüenza, qué mal, ¿no? qué cursi, qué moñas, qué canciones, qué horror...".

Por aquel entonces, la cantante también recuerda que recibía muchos mensajes de gente que reconocía que le gustaba su música pero que decían que les daba vergüenza decirlo porque sus amigos decían que es "una cursi y una moñas". Mensajes que le hacían "un montón de daño" porque además eran muchos.

"Me daba vergüenza ponerlo en el grupo de padres pero él se empeñó"

Pero este martes ocurrió algo que le concilió con esa parte oscura de su pasado. "Hace unos meses tuve un concierto en Madrid. Era la presentación de mi disco y Leo, que acaba de cumplir 5 años, me dijo "quiero que vengan mis amigos a verte, ¿les puedes invitar a todos? Me daba como vergüenza ponerlo en el grupo de padres pero él se empeñó y vinieron muchos niños de su clase con sus padres", recuerda tras salir de una reunión del cole. "La profesora hoy me ha dicho: "Cuando fueron los niños a tu concierto, al día siguiente Leo estaba súper orgulloso, súper contento y todos los niños le decían "buah, qué bonito el concierto, qué guay, tu madre fue increíble". Dice que muchos días después, cuando ya eran las 4 y salía del cole, los niños le preguntaban "¿Quién viene a buscarte?" y decía "mi mamá", entonces empezaban a gritar, "Conchita, Conchita, Conchita..." y me he emocionado un montón porque he recordado ese sentimiento tan feo", explica emocionada. La profesora no podría ni imaginar todo lo que estaba removiendo en la cantante todo lo que estaba contando.

Conchita rememora que tuvo que hacer "mucho esfuerzo y mucho trabajo" para salir de esas inseguridades que sentía y reconoce ahora que perdió "muchos años" pensando algo sobre sí misma "que estaba lejísimos de la realidad y no es justo". Por eso, quiere lanzar un mensaje claro a quien le pueda ayudar: "Las opiniones de los demás son opiniones de los demás. No os definen, no os pertenecen y es, en este caso, su bola de mierda, que es suya, no era mía y yo me la apropié".

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Por suerte, ella fue siempre "muy perseverante" y "cuando las cosas se pusieron feas" no dejó de hacer canciones: "Hoy en día no dejo de recibir mensajes dándome las gracias por mis canciones y sus mensajes y eso me reconcilia, y mucho, con aquella etapa tan fea donde me quería tan poco". Compañeros de profesión como Rozalén, Nach o Rosa López han aplaudido sus palabras.