Mucho más que un tatuaje viral: la historia de superación y esfuerzo de Serafina y su "pabo turfado"
Andrés Ameijide compartió en redes sociales una particular escena con su madre. Hoy madre e hijo han contado la historia de Serafina en 'La Ventana'
Mucho más que un tatuaje viral: la historia de superación y esfuerzo de Serafina y su "pabo turfado"
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Es difícil determinar qué es lo que va a pasar a la historia. Del mismo modo, seleccionar episodios concretos de las historias particulares es también una labor compleja. Hay quien utiliza los tatuajes para no olvidar a las personas o a los momentos que marcaron su vida. Andrés Ameijide es un claro ejemplo. En su caso, él quiso reservar un espacio en su piel para su madre. Y este espacio fue completado con un mensaje muy especial: el de 'pabo turfado'.
Ameijide era profesor de secundaria en un colegio de Madrid. Sin embargo, decidió volver a Burgos, su tierra natal, para poder pasar tiempo con su madre. Dejó su papel de docente y comenzó a trabajar como camarero. Sus jornadas se alargaron, sus horas de llegar a casa pasaron a ser muy tardías. Es en una de esas noches dónde se sitúa el inicio de esta historia.
Fue de madrugada cuando descubrió a su madre apuntando los nombres de los paquetes del frigorífico en un papel. Según ella, con la intención de que su hijo pasara algo más de tiempo descansando. Sin embargo, esta acción esconde todo un motivo de peso. La protagonista de esta escena estaba estudiando los paquetes del frigorífico, quería aprender a escribirlos. "La historia no es más especial de la que han vivido muchas mujeres durante la época del franquismo. Son mujeres que no han podido estudiar por tener que dedicarse desde muy pronto a otros oficios para mantener a la familia", ha comentado Ameijide.
Serafina, la madre de Antonio, empezó a trabajar a los siete años. Ella era pastora, provenía de una familia muy humilde y no podían costear el precio del papel. Por ello aprovechaba la piedras que se encontraba en el camino para escribir. "Ella ha aprendido a escribir de manera autodidacta y con el tiempo", ha explicado su hijo. Como tantas otras, Serafina tiene una grafía muy particular y una ortografía imprecisa. Eso es consecuencia de no haber podido ir a la escuela. También explica por qué en el tatuaje de su hijo se lee 'pabo' en vez 'pavo' y 'turfado' en lugar de 'trufado'.
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"Escribo muy mal y no sé dónde se pone la v ni nada"
La primera respuesta de Serafina al ver el tatuaje fue bastante desconcertante. Le preguntó a su hijo que por qué enseñaba su letra, "dice que es muy fea", ha recordado Ameijide. "Escribo muy mal y no sé dónde se pone la v ni nada", ha añadido Serafina. Pero su manera de escribir muestra el relato de toda una vida. Esfuerzo, trabajos y precariedad que se resumen en la expresión de la protagonista: "Es que no quedaba otro remedio", ha expresado. Ahora bien, sus ganas de aprender la han acompañado durante toda su vida. "Siempre estaba haciendo borratajos", ha apuntado.
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