El mayor portaaviones del mundo llega a Noruega para participar en unas maniobras militares

Rusia, China y los países de la OTAN están desarrollando en los últimos meses distintos ejercicios militares para mostrarse unos a otros su capacidad en pleno conflicto en Ucrania y con la tensión creciendo en torno a la isla de Taiwán. El último episodio de estas maniobras con mensaje visual a los países rivales va a tener como escenario aguas del Ártico y en él van a participar soldados noruegos y también estadounidenses.

De hecho, Estados Unidos ha enviado a la zona uno de los portaaviones de la serie Gerald R. Ford, considerados los más modernos y de mayor tamaño del mundo, lo que supone un mensaje directo a Rusia. Este tipo de buque en el que trabajan hasta 2600 marinos puede sostener como mínimo 160 despegues al día durante un mes, pudiendo incrementar a 270 las salidas en caso de necesidad. El primer ministro de Noruega, Jonas Gahr Store, ha dado por hecho que "Rusia reaccionará a estos movimientos", aunque ha confirmado que eso no impedirá que su país siga realizando ejercicios preventivos en el mar. De hecho, la embajada rusa en Oslo ha protestado ya por la llegada del portaaviones.

La marina noruega ha ordenado que ningún barco pueda acercarse a medio milla del portaaviones, y también ha establecido una zona de exclusión aérea sobre el barco. Están también en comunicación constante con el buque norteamericano, ya que sus dimensiones entran por muy poco dentro del máximo permitido para la navegación en los fiordos noruegos.

La OTAN prepara una nueva ronda de ejercicios de los países miembros el próximo mes de junio en Alemania. En ellos se intentara coordinar a la fuerza aérea alemana con un centenar de aeronaves de Estados Unidos y contingentes de otros países de la Alianza Atlántica en unas maniobras centradas en la respuesta ante un ataque por el aire a un país miembro. Participarán 24 naciones, entre ellas España, y se desarrollará por todo el país, también entrenarán vuelos de ida y vuelta a bases de los países Bálticos y Rumanía, en lo que se convertirá en el mayor ejercicio aéreo coordinado de la historia de la organización.