Nadie debería ayudarte a pagar una entrada de cine

Madrid

Ayer Pedro Sánchez anunciaba una bonificación para que todos los mayores de 65 años puedan ir al cine por solo 2 euros y esto, a mí, me ha provocado una grave crisis existencial. Soy demasiado joven para ir al cine por dos euros y demasiado mayor para ir de Interraíl a mitad de precio. Es decir, estoy justo en ese momento de la vida en el que no se fijan en ti ni para hacerte promesas electorales.

Pero me alegro por todos los que sí van a poder disfrutar de esta medida y entre ellos, especialmente por esos abuelos que ya no tendrán que tirarse tardes enteras mirando las obras del barrio. Ahora, por solo dos euros podrán ver cine de autor polaco, que es lo mismo pero sin andamios.

Es verdad que esta iniciativa no resuelve otras carencias de mayor calado en la vida de nuestros mayores, como, por ejemplo, las listas de espera en la sanidad pública, pero ahora, por lo menos podrán esperar viendo la película de Mario Bros. Eso sí, la medida tiene algo que es un poco extraño, y es que afecta por igual a todos los mayores de 65 años. Es decir, que si el martes que viene a Amancio Ortega le apetece ir al cine, le saldrá por dos euros. Y a un reponedor del Zara que se le sienta al lado por ocho.

Por eso me quiero permitir ponerle un pequeño, pero a esta bonificación. Y es que me parece que si tienes dinero suficiente para que Steven Spielberg te grabe un bautizo, nadie debería ayudarte a pagar una entrada de cine.