Los bancos de alimentos reducen al 50% sus fondos de leche y aceite por la inflación: "Nos quedamos cortos"

Madrid

La inflación sigue disparada, especialmente a la hora de hacer la compra. En sólo un mes legumbres y hortalizas han subido un 3'6%. Y en el último año la subida es de un 22'3%. Esto es sólo un ejemplo, pero hay más: en un año el pan ha subido un 18'7%, la leche y los huevos un 23'7% y los aceites, un 28'1%.

Este aumento de precios está provocando muchos problemas a las familias, pero también a los bancos de alimentos. Gracias a estos bancos comen muchas personas que no pueden permitirse comprar la comida que necesitan para vivir. Estas subidas están provocando escasez en productos de primera necesidad como la leche o el aceite, hasta el punto de que hay bancos de España en los que ya no hay suficientes cantidades.

La leche es el producto más repartido por los bancos de alimentos, según cuenta Francisco Greciano, director de la Federación Española de Bancos de Alimentos. Es básico en la nutrición, sobre todo, de los más jóvenes. En 2022 se entregaron "35 millones de litros", pero este año la inflación ha afectado a su distribución y a la de otros productos. "Este 2023 los bancos de alimentos van a recibir unos 18 millones de litros menos de leche y unos 3 millones de litros de aceite por parte del FEAD", explica Greciano.

El fondo europeo de ayuda para las personas desfavorecidas (FEAD), una de las principales fuentes de financiación de los bancos de alimentos, se ha reducido en 2023 a la mitad. Para compensar este déficit, los bancos de alimentos han empezado a tomar medidas. En Madrid, por ejemplo, ahora mismo están haciendo una campaña dirigida a empresas sólo para recaudar leche. "De aceite también hicimos hace unos meses una campaña específica", cuenta Mila Benito, directora de comunicación de la Fundación Banco de Alimentos de Madrid. Hasta el año 2019 no necesitaban comprar alimentos, con lo que les donaban era suficiente, pero ahora han empezado a tener que comprarlos por su cuenta.

Sin embargo, los que tienen más problemas son los bancos de alimentos más pequeños. Como algunos bancos del País Vasco, que han tenido que reducir a la mitad la cantidad de leche o aceite que entregaban por persona cada mes: "Madrid es muy grande, Barcelona también es grande, por lo que tenemos más industria alimentaria cerca que nos puede donar más, pero hay bancos en provincias más pequeñas que lo están pasando francamente mal", lamenta Benito.

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La inflación también ha provocado un aumento de quienes necesitan comida de los bancos de alimentos y un cambio en el perfil: gente que tiene trabajo, pero que, aun así, no llega a fin de mes. María es voluntaria en el Comedor San Juan Bautista de Madrid, que atiende cada día a cerca de 500 personas: "Nunca hemos tenido un problema con la donación hasta este año, que estamos viendo que como hemos subido de 300 y pico comidas a 500, pues nos quedamos cortos de leche y tenemos que ir pidiendo". El Banco de Alimentos les da productos, pero muchas veces se quedan cortos por el incremento de gente que ha habido.

Algunas de las personas que esperan en la cola del comedor también denuncian esa subida de los precios de la cesta de la compra. Una joven afirma que la comida estaba "más barata" hace unos meses, que "ahora ha subido todo" y que "hay que pagar más para poder comer". Otra mujer reconoce que se ve obligada a acudir al comedor social porque con su salario no le llega para comprar casi alimentos.

Por todo ello, los bancos de alimentos animan a seguir donando, por poco que sea, y a participar en campañas como la Operación Kilo, que se celebra este fin de semana en el País Vasco, Cantabria, Navarra y la Rioja y la primera semana de junio en el resto del país. En lugares como Madrid esperan poder conseguir, al menos, un millón y medio de kilos de alimentos.