La Inteligencia Artificial
"Según están las cosas, y visto que tantos viven ya en su propia realidad virtual, por llamarla de alguna forma, no me da miedo que algún día nos domine la inteligencia artificial. Seguro que será mejor que nuestra estupidez natural"
Barcelona
La Inteligencia Artificial da un poco de miedo. Ya saben en qué consiste la cosa: son máquinas (o programas informáticos, si lo prefieren) con capacidad para aprender por sí mismas. Ahora, cuando apenas está en sus inicios, la IA ofrece ya un estupendo abanico de riesgos. Dicen que empezará ayudándonos en el trabajo y acabará quedándose con nuestro empleo; que no podremos controlarla; que creará tal cantidad de imágenes y sonidos falsos pero verosímiles que no sabremos distinguir entre la realidad real y la realidad virtual.
Esto último ya ocurre. Estoy seguro de que esos vídeos que circulan por ahí, en los que Núñez Feijoo no para de decir paridas, son obra de un ordenador con muy mala leche.
Les confieso que la futura confusión entre lo real y lo falso no me preocupa mucho. Me preocupa más la confusión de ahora mismo. Una exploración somera por los rincones más marcianos de YouTube permite comprobar que hay mucha gente, muchísima, que no sabe en qué mundo vive. Literalmente. Creen vivir en un planeta plano y hasta dicen que ya la misma palabra, “planeta”, indica que es planito.
No sólo eso. Creen que no existió la pandemia del coronavirus o que ningún humano ha pisado la Luna. Últimamente está muy de moda creer que el gobierno fumiga España para que no llueva, pero la idea no es nueva. En 2013 unos eurodiputados ya pidieron al Parlamento Europeo que investigara el asunto. La cosa quedó en nada. Hay muchas teorías: estas supuestas fumigaciones son experimentos para utilizar el clima como arma, o un invento de la industria farmacéutica para propagar enfermedades, o qué se yo.
Según están las cosas, y visto que tantos viven ya en su propia realidad virtual, por llamarla de alguna forma, no me da miedo que algún día nos domine la inteligencia artificial. Seguro que será mejor que nuestra estupidez natural.