Silvia Pérez Cruz presenta 'Toda la vida, un día', su nuevo disco, en 'La Ventana': "Lo de pedir colaboraciones es algo nuevo que me deba vergüenza"

Madrid

Silvia Pérez Cruz recibió el Premio Nacional de Músicas Actuales en octubre, que se le ha otorgado por su "inquebrantable compromiso con la belleza" y "la calidad creativa e interpretativa de su carrera". En su último disco, 'Toda la vida, un día' no solo cumple con este compromiso en mayúsculas, sino que añade una nueva dimensión al concepto de trabajo discográfico que dudo que tenga precedentes. Este trabajo representa la amistad, los diálogos entre generaciones, una vida entera ordenada en cinco movimientos, como si se tratara de la infancia, la juventud y la madurez, con sonoridades acordes con cada período y colaboradores que destacan la importancia del canto colectivo e intergeneracional.

Silvia Pérez Cruz ha calificado a su disco como "vital". El trabajo está estructurado en cinco movimientos porque el disco va sobre una vida entera y así es capaz de ordenarlo. El primero de ellos es la infancia, en el que la música es más amable. En la juventud, Silvia investiga con los sonidos y utiliza sintetizadores y vientos. El tercero se refiere a la madurez y empieza con un coro que representa la desnudez. El cuarto movimiento simboliza la vejez, que cuenta con unos arreglos más clásicos. Por último, llega el renacimiento, compuesto por canciones más alegres en las que la voz y la percusión son más protagonistas.

La importancia de Liliana Herrero

La artista asegura que hay un poco de ella en cada uno de los movimientos. Esto le permite recordar etapas pasadas o reflexionar sobre la lentitud de la vejez. "Voy pensando en cómo lo he vivido yo", ha afirmado. La canción que da nombre al proyecto, 'Toda la vida, un día' cuenta con la colaboración de Liliana Herrero, artista argentina que inspiró el disco y en la que se basa el cuarto movimiento del trabajo.

Silvia y Liliana se conocieron en Uruguay. "Es una cantora especialista en folclore argentino, pero con una actitud muy punk", ha indicado. Silvia se muestra muy contenta con el resultado de la canción. Asimismo, reconoce la influencia en su música del fado y de la "música ibérica" en general.

Las primeras canciones del disco fueron compuestas en pandemia y, además, están dedicadas. "Durante el confinamiento eran cumpleaños de amigos y les escribí canciones. Me pasa que veo a una persona y me entran ganas de escribirle", ha reconocido. De esa etapa, la artista tiene recuerdos contrapuestos: "tengo bellos y horribles recuerdos. Como ver a mi hija florecer, tenía 12 años. De otra manera, hubiera visto esa etapa más distante", ha rememorado.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

"Lo de pedir colaboraciones es algo nuevo que me deba vergüenza"

El disco está producido y arreglado en su totalidad por la propia artista. "Lo de pedir colaboraciones es algo nuevo que me deba vergüenza. Aquí me he atrevido", ha reconocido la catalana. En el disco aparecen músicos como Salvador Sobral, Natalia Lafourcade o Rita Payés. Es un trabajo muy heterogéneo donde se pueden ver las influencias de la artista, que beben de todo el mundo. Además, las letras de este trabajo están escritas en varias lenguas distintas.

La gira de 'Toda la vida, un día' llevará a la artista por toda España e Hispanoamérica. Silvia Pérez Cruz recuerda cuando fue a tocar a Japón. "Tienes la sensación de estar muy lejos y te escuchan de una manera muy distinta", ha explicado.

Jimena Amarillo y Silvia Pérez Cruz

El mundo de la música es amplísimo pero siempre encuentra vías de encuentro. La artista Jimena Amarillo, cuyo estilo musical está en las antípodas del de Silvia Pérez Cruz, es una ferviente admiradora de la música catalana. Tanto es así realizó una versión de 'María La Portuguesa' de Las Migas.

La Ventana ha localizado a Jimena que le ha dejado una nota de voz a Silvia para que fuera consciente de su admiración y de cómo la ha inspirado a pesar de que ella se califique como "hortera".