Gastro SERGastro SER
Ocio y cultura

"Es la mejor forma, sin duda": el método que los expertos recomiendan para que los niños coman fruta y verdura

La clave es la perseverancia: no basta con intentarlo una sola vez

Hay niños muy puñeteros con la verdura. / LOURDES BALDUQUE

Hay niños muy puñeteros con la verdura.

Madrid

Hay niños muy puñeteros. Algunos se comen siempre lo que les echen, pero otros son capaces de detectar una hoja de espinaca a 20 kilómetros de distancia y, ante la sospecha de que haya un trocito de pimiento escondido en las lentejas, presentan una enmienda a la totalidad del menú. También los hay que, tras varios años en son de paz, un buen día deciden que lo que antes sí, ahora ya no. ¿Qué hay que hacer en esos casos?

En ¿Qué le doy de comer?, un libro dedicado a la alimentación de los más pequeños, los dietistas-nutricionistas Lucía Martínez y Aitor Sánchez desaconsejan que los padres opten por "obligar" en cualquiera de sus posibles formas: utilizando la fuerza ("gritar y hacer tragar"), recurriendo a la sobreexposición ("si no es para comer, será para cenar"), amenazando con el hambre ("solo hay esto") o haciendo chantaje. Sí recomiendan, sin embargo, asegurar que siempre haya alimentos saludables disponibles, mejorar la presentación de los platos para que sean más atractivos, fomentar un clima agradable y, sobre todo, predicar con el ejemplo.

"La imitación es, sin duda, la mejor forma posible para inculcar buenos hábitos", explica Aitor Sánchez. "Los niños y los adolescentes no tienen la salud entre sus prioridades así que, como pasa con otros hábitos como la lectura o la higiene, lo mejor es que lo vean en casa con total naturalidad".

Más información

"Primero tienen que verlo"

En línea con esa filosofía, el cocinero Juan Llorca, referente en la gestión de comedores escolares, ha optado por suprimir el postre de los menús y, a cambio, facilitar fruta disponible a cualquier hora: "Si el niño ya está comiendo fruta durante el día, el postre no tiene sentido. Pero si no nos lo podemos permitir [por presupuesto], porque suelen comer mucha, entonces el postre será fruta sí o sí".

Belén Otero, autora del blog Cocinar para 2 y del libro Sácale partido a tu olla rápida, también ha comprobado que el método funciona. "Primero tienen que verlo varias veces, pero los niños, al final, terminan comiendo por imitación. Si mi hijo ve que papá y mamá lo comen... El otro día, por ejemplo, probó el tartar de aguacate y salmón y le encantó. Es más, él ya había cenado... pero se acabó comiendo la mitad de lo nuestro y ya me lo pide una vez a la semana. Al verlo sienten curiosidad y acaban pensando que, si sus padres se lo comen, tiene que estar bueno".

La nutricionista infantil Naila Martínez insiste en que "si queremos que los niños consuman determinados alimentos, es preciso que su entorno también lo haga", pero aconseja que tampoco se exagere la reacción de placer al ingerir productos menos apetitosos.

Entre 20 y 100 veces

Martínez, que también da clases en la Universitat de Lleida, advierte que si un niño come productos ultraprocesados o con potenciadores del sabor, luego no va a disfrutar tanto de las verduras, las frutas y las hortalizas. Pero tiene claro que "la clave está en dar ejemplo y no dejar de ofrecer alimentos menos apetitosos".

El peor error que cometes al cocinar verduras y hortalizas

La nutricionista catalana también aboga por no obligar, pero sí garantizar que esos productos están siempre a su alcance, "o bien en su plato o bien en medio de la mesa". El secreto, en su opinión, es animar a probarlo pero sin forzar.

Hay que armarse de paciencia y perseverar, eso sí: "La teoría nos dice que, hasta que no lo prueban 20 veces, no podemos decir que no les gusta, pero en la práctica puede conllevar ofrecer un alimento hasta 100 veces".

Carlos G. Cano

Carlos G. Cano

Periodista de Barcelona especializado en gastronomía y música. Responsable de 'Gastro SER' y parte del...

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00