Manuel Jabois: "Évole se ha puesto pinzas en los pezones al hacer autocrítica sobre su entrevista a Yolanda Díaz"

Madrid

La reciente entrevista del popular periodista Jordi Évole en su programa Lo de Évole a la Ministra de Trabajo, Vicepresidenta Segunda y candidata de la plataforma Sumar, Yolanda Díaz, no ha dejado indiferente a nadie. Y mucho menos a los simpatizantes de izquierdas, que no han terminado de ver con buenos ojos que Évole incidiera tanto en el reciente deterioro de la amistad que históricamente habían mantenido el ex dirigente de Podemos Pablo Iglesias y la propia Yolanda Díaz, por el futuro liderazgo de la izquierda a la izquierda del PSOE. Évole ha confesado que "fue buscando el intríngulis de la pelea entre ellos" y que eso "fue muy pobre".

Para Manuel Jabois ese gesto honra a Évole como periodista porque "es fácil saber cuando uno se ha equivocado, porque que todos lo sabemos cuando ocurre pero es difícil decirlo en público". Por ello, Jabois ha reflexionado en Hora 25 sobre "la valiente actitud" de Évole tras la comentada entrevista a Díaz: "Realmente es un vicio en el que muchas veces caemos todos los entrevistadores. Queremos profundizar en relaciones personales y de conflicto. Ya no solo por la repercusión que van a tener, que va a ser mucha, sino por una curiosidad humana muy justificada. Pero a nuestros entrevistados, y a nosotros, nos definen no solo nuestras relaciones de conflicto, sino también las que las que construimos. Es dificilísimo para un periodista repasar una entrevista que ha hecho, él o ella, y no ver agujeros por todas partes. El tiempo da perspectiva, y si el periodista es bueno la perspectiva suele ser crítica".

Además Jabois ha recordado las palabras que le dedicó la directora de El País relacionadas con la autocrítica: "Cuando estábamos en el Hoy por hoy con Pepa Bueno, yo le decía que era incapaz de escucharme después, porque odiaba mi voz. Eso me perjudicaba a la hora de mejorar. Como con las inflexiones, las pausas y estas cosas. 'Hay que estudiarse para mejorar', me dijo Pepa Bueno. Eso es algo que no olvidaré nunca. Dijo que efectivamente hay que escucharse para aprender, pero 'tampoco escucharse siempre y con mucho gozo' porque lo que no podía hacer es 'volver a casa y ponerse el programa repetido mientras te escuchas, acariciándote los pezones'. Uno no puede escuchar gustándose. Es feo. Que Évole se haya puesto esas pinzas en los pezones, en lugar de acariciárselos, y haya reconocido esto no solo le ayuda a él, sino también a muchos periodistas que están empezando, que ahora saben que hasta los mejores tienen días buenos y días menos buenos. El otro día tampoco es que Évole estuviese mal, pero efectivamente, no fue su mejor día y el mundo no se acaba por esto".