Sin Doñana, mejor viviremos los alérgicos

Esta voz con la que les hablo es el resultado de una gripe combinada con un proceso alérgico. Por eso entenderán ustedes que agradezca que Doñana tenga los días contados gracias a Juanma Moreno o, como yo lo llamo desde mi más entregada admiración, el Bolsonaro de San Telmo. Cuanto antes acabemos con espacios como la Amazonía o Doñana, mejor viviremos los alérgicos. A las gramíneas, ni agua. Es verdad que además de las gramíneas, Juanma Moreno se dispone a matar de sed a muchas otras especies vegetales y animales, pero no creo que haya en Doñana ni un solo pato tan insolidario como para no estar de acuerdo con que merece la pena el sacrificio. Los patos son animales generosos y disciplinados. No hay más que verlos volar siguiendo en perfecta formación al líder, para saber que entregarán gustosos sus vidas si con ello se consigue acabar con el lagrimeo y la congestión nasal. Los linces son harina de otro costal. A esos gatos consentidos es posible que les parezca un poquito incoherente que en 2016 Juanma Moreno acusara a la Junta de legitimar a los antisistema por otorgar viviendas a los okupas de la Corrala Utopía y ahora se disponga a regularizar 800 hectáreas de explotaciones agrícolas que durante años han esquilmado ilegalmente el acuífero de Doñana. Algún lince tiquismiquis podría acusar a Juanma Moreno de estar legitimando a los antisistema del campo. Es probable, incluso, que el típico lince demagogo resalte la triste paradoja de que el mismo día que el parlamento autonómico aprueba una Ley Andaluza del Flamenco para garantizar su protección y conservación, Juanma Moreno se desentienda de su deber de proteger Doñana y promueva otra que garantiza la aniquilación de los flamencos del parque. Ni siquiera es descartable que haya algún lince beato que le recuerde a Juanma Moreno que la Virgen del Rocío es reina de las marismas y, para que ejerza como tal, es necesario que haya marismas sobre las que reinar. ¿Entienden ustedes ahora por qué los linces están en peligro de extinción? Efectivamente, por aguafiestas.

Sin Doñana, mejor viviremos los alérgicos

¿Entienden ustedes ahora por qué los linces están en peligro de extinción? Efectivamente, por aguafiestas.

Miguel Sánchez Romero

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