El sentido de la vida
Perpetuar la especie es mejorarla, ayudar en lo posible a nuestros contemporáneos, crear belleza y apreciarla, compartir alegría, promover la libertad, proteger la naturaleza. Ese es el sentido.
Madrid
¿Qué sentido tiene la vida?
Hay quien se la toma a las malas, como Arthur Schopenhauer. Según este filósofo alemán, la vida es una combinación de dolor y tedio, un hambre insatisfecha, una ilusión que termina en chasco. Schopenhauer es como Woody Allen, pero sin los chistes.
Otros filósofos son menos tremendistas. Sartre decía que la vida consiste en asumir responsabilidades. Para Nietzsche, se trata de consumar la libertad en cada instante. Spinoza, en cambio, pensaba que no hay libertad posible porque todo está predeterminado y sólo existe Dios.
A mí, que apenas sé nada de filosofía, me parece que el sentido de la vida se aproxima más a la biología: vivimos para perpetuar la especie. Pero eso no es sólo transmitir genes y lanzarlos al juego de la evolución, para que los más fuertes o más inteligentes sobrevivan. Creo que la cosa es más compleja. Perpetuar la especie es mejorarla, ayudar en lo posible a nuestros contemporáneos, crear belleza y apreciarla, compartir alegría, promover la libertad, proteger la naturaleza. Ese es el sentido.
Por supuesto, una vida no se mide en años. Mi madre cumple hoy 90. Es un simple dato, el número de veces que, a bordo de este planeta cada vez más pequeño, ha dado la vuelta al sol. Lo importante es lo otro: creo que la vida de mi madre ha tenido y tiene mucho sentido.