La millonez

Galicia

Rafael del Pino es millonario y se debe a la millonez. Tiene costumbre desde niño. Ninguna otra cosa podría dar sentido a su vida. Solo la millonez, y lo que se consigue con millones, y la posibilidad de reunir muchos más millones, lo hacen vivir. Mamó la millonez. Se educó, creció en ella; comió, respiró, cagó millonez. Un día morirá en ella, si muere, porque la millonez tiende a la perpetuación y al infinito. Nada que no sea la millonez, pues, le interesa al presidente de Ferrovial. Millonez siempre, todo el tiempo, millonez y nada más. Pero, ¿qué es la millonez? Podríamos decir, si le quitamos la poética, que es una maniobra de multiplicación constante de los millones. Pero la definición se quedaría pobre. La millonez es un sentimiento, un espíritu, una mentalidad, una religión, una selva, una cifra abstracta, descomunal, una atmósfera, una pureza, un fanatismo, un universo de millones y millonarios, una forma de ver y dominar la realidad, una épica. La millonez es otro mundo, en el que no hay ley, ni moral, ni patria, ni decencia, no hay nada salvo la propia millonez.