¿Para qué sirven mis impuestos?

Barcelona

¿Para qué sirven mis impuestos? Es una pregunta legítima y sensata. Sobre todo si nos ayuda para exigir a las Administraciones que empleen mejor lo recaudado, que no aumenten la burocracia poco útil, que no retrasen los proyectos de inversión, que administren como “el buen padre de familia”, que se decía hace tiempo. Pero a veces esta duda sirve como coartada para fines menos nobles: eludir o evadir impuestos, recurrir ante los tribunales porque sí… Ya que no me gusta cómo gastan, aluden los que racanean, pues no pago.

Hoy tenemos dos datos muy interesantes sobre este problema. Por un lado, la banca y las energéticas han pagado ya 1.454 millones de euros como primera entrega del nuevo gravamen especial a los beneficios “caídos del cielo”. Este año se recaudarán más de 3.000 millones. Y como habían anunciado, ya recurren ante los tribunales. Veremos con atención el final del litigio.

¿Adónde irá a parar ese dinero? A la caja común. Eso servirá para sufragar de sobra algunos gastos sociales extraordinarios. Un millón cien mil personas ya se han inscrito para recibir el cheque “extra” de 200 euros que les servirá para paliar en parte el aumento de la cesta de la compra. Esta ayuda totalizará 1.200 millones de euros. Y las alzas en las pensiones no contributivas (como viudedad, orfandad o invalidez) otros 1.100.

No parece que el pequeño gravamen a esos beneficios extraordinarios sea inútil ni injusto si se emplea para estos fines sociales. Hasta el economista de derechas más famoso de la historia, Milton Friedman, estaba a favor de este mecanismo en casos singulares: “El dinero lanzado desde el helicóptero”, le llamó. Pero sus seguidores parece que, en esto, ay, no le siguen.

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