Mario Alberto Kempes, en 'El Larguero': "Le pido a la afición que apoye a los jugadores, son los únicos que pueden salvar al Valencia"

El Valencia vive en el Día de la Marmota. Llega un entrenador prometedor, acaba siendo presa del mal ambiente que hay en Mestalla y se marcha por la puerta de atrás, buscando repetir el ciclo una vez más. Mario Alberto Kempes, leyenda del Valencia, analiza en 'El Larguero' la difícil situación del club de sus amores, apostando por la comunión entre la grada y el equipo para evitar el descenso. "Le pido a la afición que apoye a los jugadores, porque son los únicos que pueden salvar al Valencia del descenso", explicaba.

"El alboroto es bueno para hacerle ver al dueño que no están conformes, pero no es bueno para los muchachos que defienden la camiseta y dan todo lo que tienen. 'Es lo que hay', que dijo Koeman, y es con lo que hay que conformarse hasta final de temporada. Si la afición quiere gritar, que grite, pero cuando entren los jugadores deben aplaudirles", añadía al respecto, insistiendo en esa necesaria unión. Y es que, en la misma línea, apunta hacia los problemas que afrontará Voro en el banquillo, entrenador del que "no espera milagros" pese a ser el "bombero entre bomberos". "Es el técnico que sirve para ganar tiempo, pero no sé quién va a poder levantar a este equipo mientras haya tanta fractura entre el club y los aficionados", comentaba.

"Peter Lim llegó con honores, pero es un fracaso en lo social"

El máximo accionista del Valencia es el principal causante de esta situación tan incómoda, siendo el institucional "el punto a mejorar" en el Valencia para Kempes. "Peter Lim no va a dar su brazo a torcer. El club es su juguete, lo tiene abandonado y de vez en cuando mira un partido. Es una pena, porque cuando llegó parecía que era un emir que llegaba a poner a Valencia en lo más alto. En Valencia se ven cosas muy raras, nunca entró Lim por el ojo derecho. Llegó con todos los honores, pero fue un fracaso en lo social", explicaba el ex delantero.

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"Contra el Athletic en Copa, la gente se metía con los jugadores, y eso no es bueno: deberían estar tranquilos con los futbolistas, pues ellos no son los que tienen que traer refuerzos. No puede ser que vengan jugadores de paso para que la directiva gane una millonada, usando el club como un trampolín", añadía, señalando a la directiva. Y es que hoy, una vez más, todas las promesas de fichajes se han truncado. Toca volver a empezar el Día de la Marmota en Mestalla.