Del hecho al dicho hay un gran nicho

Barcelona

Del dicho al hecho hay un gran trecho. Lo que ha ocurrido hoy en el Congreso es lo mismo, pero formulado del revés: del hecho al dicho hay un gran nicho. Primero, el hecho. La cámara ha aprobado de forma abrumadora, con solo siete votos en contra, el tercer paquete de medidas del Gobierno contra la inflación y las consecuencias de la guerra de Ucrania: ese que rebaja el IVA de alimentos, prorroga ayudas energéticas y mantiene topes a los alquileres. Por una vez, la derecha y la ultraderecha se han abstenido. Algo es más que nada.

Inmediatamente después, el dicho. El pleno ha discutido sobre las cuatro últimas cumbres europeas, ya con el presidente del Gobierno en la sala. Y sobre las medidas, como las de ese paquete recién aprobado. Y aquí el tono de las derechas ha sido opuesto al utilizado anteriormente. Todo era el apocalipsis, todo era un desastre, todo se hundía, España había dejado de existir, la mejor inflación de Europa no servía, el mejor dato español de paro (la mitad que en tiempos del Gobierno Rajoy), tampoco… Si acertasen, sería para echarse a correr. Pero entonces, si todo es una catástrofe, por qué se abstuvieron, por qué no votaron en contra. La coherencia es una virtud que conviene cultivar.

Y en cambio, hubo intervenciones, algunas de grupos pequeños, muy críticas con el Gobierno, muy interesantes. Unos le increpaban por dedicar solo una sesión para cuatro cumbres, en vez de cuatro sesiones completas. Otros le exigían más en la lucha contra los aumentos de precios. Y alguno como el del portavoz del PNV, ha clavado el tema en el escenario europeo. Ha reconocido que ampliar la capacidad de maniobra española apelando a la UE y tratando de modelar las respuestas europeas, ha supuesto una visión acertada de la jugada. Qué bueno es el pluralismo.

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