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La policía alemana se queda atrapada en el barro cuando intentaba desalojar a un grupo de activistas: "Derroche de astucia"

Los antidisturbios alemanes que querían desalojar a los manifestantes en Lützerath utilizaron mangueras de agua a presión contra ellos, convirtiendo la explanada de césped en una especie de arenas movedizas donde se han ido cayendo los agentes

Un policía antidisturbio atrapado en el barro en Alemania

Un policía antidisturbio atrapado en el barro en Alemania

Desde la semana pasada, un grupo de tamaño considerable compuesto por activistas medioambientales se atrincheraron en la región de Lützerath (oeste de Alemania), con el objetivo de evitar la ampliación de una mina de lignito que obligaría a los vecinos a abandonar esta localidad. La movilización fue tal que el sábado una amplia alianza de organizaciones contrarias a la demolición de Lützerath celebraron una marcha, en la que participó también la activista sueca Greta Thunberg.

Este lunes se ha dado por finalizado el desalojo de los activistas, cuando los dos últimos que mantenían sus protestas han decidido abandonar el túnel donde estaban atrincherados, tras días de resistirse al operativo policial desplegado para expulsarlos.

Sin embargo, el domingo se vivió una de las imágenes más llamativas de todo el proceso. Los policías antidisturbios utilizaron todo tipo de herramientas para tratar de desalojar a los activistas, entre ellos las mangueras de agua a presión. Sin embargo, horas después comprobaron que no había sido una buena idea.

Los manifestantes se encontraban en una explanada entrelazados con los brazos, pero el problema estaba en la superficie. Se trata de una explanada de césped que, tras los chorros de agua vertidos sobre los activistas, quedó convertido en un barrizal. Debido al peso de los uniformes y protecciones que llevaban los agentes, el descampado pasó a ser una especie de trampa de arenas movedizas en las que se iban hundiendo y, por tanto, quedando atrapados.

Desde el Gobierno del canciller Olaf Scholz se condenó hoy los actos de resistencia de los activistas, que según Interior llegó a ser violenta y obstaculizó la labor de los equipos sanitarios. "No hay justificación posible para la violencia contra los agentes policiales", advirtió la ministra de Interior, la socialdemócrata Nancy Faeser, quien aseguró que se investigará como corresponde cada uno de esos casos.

Varios periodistas presentes, e incluso los propios activistas, grabaron todo lo sucedido, dejando imágenes muy llamativas que han sido comentadas en redes sociales. Destaca también la aparición en los vídeos de un hombre disfrazado de monje, al que algunos usuarios han apodado como el fraile contra el carbón y muchos han hecho referencia a los Monty Python.

Casi 300 activistas desalojados y 12 detenidos

El operativo policial se inició a finales de la semana pasada y el mismo viernes se había desalojado de todos los edificios de la población ocupados en los días precedentes por activistas. Sin embargo, quedaban varios grupos de personas repartidas en unas 35 construcciones de madera levantadas instaladas en los árboles y otros lugares de la zona.

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Desde los movimientos medioambientales convocantes se ha afirmado, por otro lado, que la Policía actuó con una contundencia desproporcionada, incluidos golpes de porras en la cabeza contra los activistas. En total, casi 300 activistas fueron evacuados de Lützerath durante el operativo, en el marco del cual se registraron cuatro actos de resistencia al desalojo, según el balance final policial del domingo.

Al margen de la marcha pacífica, algunos manifestantes trataron de burlar las barreras policiales para acceder al pueblo acordonado y al borde de la mina a cielo abierto, por lo que la Policía hizo uso de cañones de agua, gas pimienta y porras, y llevó a cabo doce detenciones.

Desde la Policía se defendió esa actuación y se argumentó que burlar las barreras policiales no tiene nada que ver con una protesta pacífica, sino que es una manera de buscar deliberadamente la confrontación.

Según el balance final, más de setenta policías resultaron heridos y nueve activistas fueron trasladados al hospital, aunque no hay que lamentar lesiones de gravedad. Una treintena de vehículos policiales resultaron dañados y además se pincharon 32 neumáticos de coches de las fuerzas de seguridad. Desde el inicio del desalojo se han abierto 154 investigaciones penales.

Aunque el plan del Gobierno alemán es que el abandono del carbón en Renania del Norte-Westfalia se produzca ya en 2030, según el acuerdo suscrito el año pasado con la energética RWE, a corto plazo está previsto incrementar la extracción de carbón ante la crisis energética derivada de la invasión rusa de Ucrania.

 
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