Julia Otero: "Llegó a darme igual estar viva o muerta"
La presentadora ha abordado cómo es padecer un cáncer y ha confesado estar haciendo todo lo que juró que no haría
Madrid
Julia Otero regresa a TVE. Diez años después de presentar 'Entrevista a la carta', la periodista se volverá a colocar frente a las cámaras del ente público para conducir 'Días de tele', que se estrenará el próximo 17 de enero a las 22:50 horas en 'La 1'.
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La presentadora ha concedido este domingo una entrevista a 'El País' donde, además de hablar sobre su nuevo proyecto televisivo, ha abordado lo que significa enfrentarse a una enfermedad como el cáncer, al que se ha referido como "células nuestras que se vuelven locas, egoístas e inmortales porque se reproducen con una rapidez inusitada".
"Una célula cancerígena, la más valiente de todas, coge un barco ―el torrente sanguíneo― como si fuera un conquistador que se va a América, y busca otro lugar que colonizar. Esa célula viajera es la que a mí me buscan cada tres meses. La madre de la metástasis. Si una sola célula consigue imponerse al temporal y burlar todos los controles (el torrente sanguíneo en el que trabaja el sistema inmunológico para neutralizarla, los glóbulos blancos, el sistema de defensa de nuestra biología) y se instala en otro órgano, esa es una supercélula de tal calibre, de una malignidad tal, que es muy difícil que nada la venza. Por eso la metástasis es la parte más peligrosa del cáncer. Es el cáncer que ha viajado. Para una célula, con ese tamaño, ir del intestino al pulmón es una auténtica epopeya", ha explicado a Manuel Jabois.
"Estoy haciendo todo lo que juré que no haría"
Otero ha reconocido estar decepcionándose a ella misma. "Al principio, cuando el tumor era grande y no había certeza de que pudiésemos con él, creía que, si salía, saldría distinta. Sería valiente para hacer cosas que no he hecho, y valiente para no hacer lo que no quisiese hacer. Y estoy haciendo todo lo que juré que no haría, trabajando más que antes de que me diagnosticasen. Días eternos, cosa que tampoco conviene a mi salud: hay que mimar el sistema inmunológico, comer bien, respetar las horas de descanso y sueño", ha abordado.
"Cuando empecé sabía que el cáncer de colon son nueve ciclos de quimio. Pregunté: '¿Por qué nueve?'. Y me di cuenta al instante: 'No me lo digas: porque al que le hicieron 10 lo mataron, y al que le hicieron ocho, se le reprodujo", ha señalado. "Llegué a un punto en que me daba igual estar viva que muerta. Todo el mundo habla de cansancio: es peor. Te abandona el aliento vital. La quimioterapia puede llevarte a la sensación de que estar vivo o estar muerto no te parezca muy diferente".
A pesar de todo, la periodista ha querido resaltar el cariño de la sociedad que recibió cuando anunció que padecía un cáncer. "Cuando me diagnosticaron ya viví mi entierro. Cuando lo hice público, concretamente. Y la reacción que hubo, lo que encontré en los medios y las redes sociales (aunque hubo tres o cuatro que dijeron 'ojalá se muera', pero a quién le importa esa gente) me hizo tener una idea de lo que se diría si me hubiera muerto. Fue una forma de vivir en vida mi desaparición. Fue, dentro de lo macabro, muy agradable leer lo que leí. No será muy distinto cuando ocurra", ha apuntado.