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San Nicolás - Santa Claus

La Navidad es una celebración que obedece a una serie de tópicos sociales y religiosos. En general, vemos estas fiestas navideñas desde el ámbito cristiano como algo entrañable, hogareño y bondadoso en las que intervienen unos seres dadivosos que entregan regalos a los más pequeños, se llamen Papá Noel, Santa Claus, san Nicolás, la bruja Befana o los Reyes Magos

lighten bag / Jose Luis Pelaez, Inc.

A lo largo de cientos de años, San Nicolás, un obispo de Asia Menor que vivió en los siglos III y IV, fue el portador indiscutible de regalos y su celebración se produce cada 6 de diciembre. El santo fue adquiriendo algunos rasgos de deidades europeas anteriores, como el dios romano Saturno o el noruego Odín, con una barba blanca y poderes mágicos.

Pero tras la Reforma protestante, los santos como Nicolás cayeron en desgracia en gran parte de Europa septentrional. En los Países Bajos, en cambio, los niños y las familias se negaron a renunciar a él como portador de regalos y adoptaron a Sinterklaas llevando consigo ese nombre a las colonias del Nuevo Mundo a principios del XVII para fundar Nueva Ámsterdam, origen de la actual Nueva York. Sin embargo, las primeras Navidades en Estados Unidos no se parecían a las fiestas de hoy en día. El libro de Washington Irving de 1809 Knickerbocker's History of New York, retrató por primera vez a un Nicolás que fumaba en pipa mientras sobrevolaba los tejados de las casas en un vagón volador, repartiendo regalos entre niños buenos. En 1822, Clement Clarke Moore escribió The Night Before Christmas para sus seis hijos y dio forma a un Santa Claus regordete, bonachón, tipo gnomo y muy alegre que monta en un trineo del que tiran ocho renos.

Lo curioso es que el Santa Claus norteamericano experimentó una especie de migración a la inversa hacia Europa, adoptando nombres locales como Père Noël en Francia, Father Christmas en Gran Bretaña o Papá Noel en España. La marca Coca-Cola Company empezó a publicar anuncios relacionados con la Navidad en los años 30 del pasado siglo con una Santa Claus vestido de color rojo bebiendo este refresco. Y su imagen ya quedó inmortalizada para la posteridad.

Los restos de aquel obispo delgado y mitrado llamado Nicolás de Mira se encuentran actualmente en Bari, Italia, y cuando se reparó la cripta de la basílica de San Nicolás, el cráneo y los huesos del santo quedaron documentados con rayos X y miles de mediciones detalladas. Caroline Wilkinson, antropóloga facial en la Universidad de Manchester (Inglaterra), usó estos datos y las simulaciones realizadas con software de última generación para recrear su rostro y llegó a la conclusión de que tenía una tez morena con una nariz rota, chata diríamos.

 
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