¿Cómo acabó una española entrenando a la familia real de Qatar?

Madrid

"¡Qué placer montar en bicicleta con Luis Enrique!". Este era el mensaje que acompañaba una foto en la que Carla Pregigueiro posaba junto a Luis Enrique. Durante la concentración en el Mundial de Qatar, el último técnico de la Selección Española aprovechaba los momentos libres previos a los entrenamientos para rodar en bicicleta. Una actividad en la que pudo acompañarle esta berciana que lleva más de ocho años viviendo lejos de su Ponferrada natal.

Carla no tiene un trabajo del montón. Es la entrenadora personal de la familia real de Qatar, que se compone de alrededor de unos 500 integrantes. Durante el especial de La Ventana desde Ponferrada, con motivo del 40 aniversario de Radio Bierzo, Pregigueiro nos atiende en representación de la juventud berciana, que se ha visto obligada a abandonar la región para encontrar oportunidades laborales. "Entreno a una parte de la familia, son 5 personas", explica sin querer adentrarse en muchos detalles más allá de que son "más hombres que mujeres".

Cuestionada por su día a día, la berciana comenta que a la familia real no le gusta una disciplina en concreto: "Hacemos un poco de todo, trabajamos el fitness, la parte funcional, hacemos bicicleta, corremos o, incluso, boxeamos", señala. En un intento por rebajar el asombro de los oyentes, comenta que no difiere de "otra familia", pues "son adictos al deporte".

"No son perezosos, todo lo contrario, siempre quieren mucho más", comenta entre risas. Carla abandonó Ponferrada cuando tenía 18 años. Pasó unos seis años en León, donde cursó uno de los grados con los que cuenta. Tras su paso por Salamanca y A Coruña, ambas estancias por motivos académicos, recaló en Valladolid. Allí dirigía la parte deportiva de un gimnasio hasta que "recibí una llamada".

"Me siento completamente valorada"

"Era del director de servicios deportivos de los palacios de Qatar, me dijo que me quería y me contrató", recuerda. Un día como preparadora de la realeza qatarí empieza a las 5 de la mañana, cuando se levanta. "Entreno hasta las 7, hago fuerza y cardio, algo de bici o running", detalla. Posteriormente, desayuna y acude a la residencia real, donde entrena junto a ellos antes de almorzar en casa y dedicar su tiempo libre a negocios o al ocio.

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Cuestionada por las controversias que ha levantado este Mundial de Qatar, señala que, desde su experiencia personal, "nunca he tenido ningún problema". "Llevo la ropa de deporte que me da la gana incluso en el exterior, además hago negocios, estoy siempre rodeada de hombres", comenta. De hecho, señala que los hombres cataríes "están más a gusto trabajando con mujeres que con hombres".

Carla, que tiene 35 años y está a un paso de sumar una década en el país, explica que se siente "completamente valorada", aunque es consciente de que esa percepción es tal por el contexto en el que se mueve. La última vez que estuvo en Ponferrada fue el pasado mes de agosto. Una ciudad de la que echa en falta su "clima": "Es lo que más echo de menos, aquí me quito el mono mientras voy con la bici por el desierto", culmina.