Berlusconi
Lo dicho por Berlusconi no es algo viejo e impactante, sino una aspiración de perpetuidad por parte de un poder que no sólo se resiste a desaparecer sino que por momentos se envalentona: el que trata a las mujeres como ofrenda o moneda
Madrid
Esto emparenta directamente con el muy español volquete de putas que apareció en las grabaciones del caso de los espías de la Comunidad de Madrid, y por el que preguntó hace años Pepa Bueno en el HxH a Francisco Granados. La pregunta responde a Berlusconi: un volquete de putas es una compensación habitual en política. Y Granados, que no fue el que utilizó la expresión, si bien el volquete lo prometía alguien por beneficiarlo, dijo que era una expresión desafortunada, pero no la primera vez que la escuchaba. La noticia no es Berlusconi, la noticia sería que Berlusconi empezase a hablar con lenguaje inclusivo; la noticia es que lo dicho por Berlusconi, lo escuchado aquí también en España, no es algo viejo e impactante, sino una aspiración de perpetuidad por parte de un poder que no solo se resiste a desaparecer, sino que por momentos se envalentona: el que considera a las mujeres moneda de curso legal, carne vendida al kilo como recompensa por un favor, una contraprestación, incluso un regalo. Una forma de pagar con ella, de rebajarla a un precio.
Manuel Jabois
Es de Sanxenxo (Pontevedra) y aprendió el oficio de escribir en el periodismo local gracias a Diario...