Las cosas más sucias
Manuel Jabois extrae sus conclusiones sobre el golpe de Estado frustrado en Alemania que preparaba un grupo de extrema derecha
Madrid
He subrayado la razón por la que la policía alemana ha dicho que intervino: porque el grupo fantaseaba con un golpe de Estado. La policía más o menos conocía sus deseos, pero el grupo empezó a querer algo muy humano: convertir un deseo en realidad. Y la mitad de los deseos siempre es mejor dejarla en el terreno de la fantasía, sobre todo cuando eres de extrema derecha. Esos deseos mejor encerrarlos en la cabeza, en el lugar en el que se guardan las cosas más sucias. Ese pasito que va de la idea a los hechos nos ha dicho algo muy valioso: vivimos en una ilusión, creo que demasiado pacífica, que no sé si está bien o mal. Vivimos como democracias asentadas y modernas sobre aguas subterráneas que nunca sabemos qué caudal tienen y todo lo que creemos seguro, irrevocable, a veces no lo es tanto. Esto ocurrió en Alemania, no ha ocurrido en un país con un régimen de 'chichinabo'. Que buena parte de la extrema derecha, como en esta ocasión, campe a veces como grupúsculo en las fuerzas armadas o en las fuerzas de Seguridad del Estado, no ayuda. Que sean esas propias fuerzas las encargadas de detenerlas sí que ayuda y hace que las cosas, las más importantes, sigan funcionando. Y dejan a esa gente donde tienen que estar, que es donde se guardan también las cosas más sucias.
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Manuel Jabois
Es de Sanxenxo (Pontevedra) y aprendió el oficio de escribir en el periodismo local gracias a Diario...