Nadie le quitaría mérito a sus goles

Madrid

España ganó su primer partido en el Mundial por 7 a cero, un gran resultado. Lástima que unos jugadores tan buenos y tan jóvenes no fueran más arriesgados y no se atrevieran a hacer algún gesto en solidaridad con la libertad de expresión, los derechos de las mujeres o los derechos de la comunidad gay, tan amenazados en Qatar, como sí hicieron, mal que bien, sus colegas ingleses o alemanes. No hay por qué pedir a muchachos tan jóvenes que solo tienen la obligación de jugar bien al futbol, que hagan ese tipo de gestos, dicen algunos, pero, precisamente porque son jóvenes, es muy probable que una buena parte de ellos comparta la opinión de la mayoría de los muchachos españoles de su edad que, según las encuestas, son bastante tolerantes y abiertos. Nadie le quitará mérito a sus goles, pero es difícil no sentir algo de pena al comprobar que son mucho menos arriesgados en su vida y en defensa de sus principios que en su juego con un balón. ¿Ni uno solo de ellos pidió a su entrenador un gesto común? ¿Ni uno sintió un poquito de vergüenza por estar tan callado?