Solo son sanitarios pudiendo ser brujos mapuches

Madrid

Antes de nada, quiero dejar claro que no necesito que nadie me dé las gracias. Si hago esta mirada es porque creo que a veces con manifestarse no es suficiente y lo que tenemos que hacer los ciudadanos responsables es aportar más soluciones. Hoy os traigo el remedio para la crisis de la sanidad madrileña que encontré ayer leyendo la sección de deportes. Ahí fue donde me enteré de que la estrella de la selección de Senegal y delantero del Bayern de Múnich, Sadio Sané, ha contratado a un brujo para curar su lesión de peroné de cara al Mundial.

Y entonces lo vi claro.

El problema de nuestros sanitarios no está ni en sus condiciones laborales ni en su carga de trabajo, está en que solo son sanitarios pudiendo ser brujos mapuches.

No me importa regalarle esta idea al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, deberían contratar a una plantilla de chamanes amazónicos de atención primaria. Habrá quien diga que un curandero no vale para nada. Pues bueno, lo mismo que una ecografía para dentro de siete meses.

Dejar la sanidad pública en manos de 200 brujos serían todo ventajas para los madrileños y las madrileñas. Primero, porque los médicos convencionales sólo se preocupan de nuestra salud y los curanderos mágicos, en cambio, lo mismo te curan una apendicitis con gárgaras de lágrima de carnero que te rebajan la inflación frotando el Banco de España con un ramillete de plumas de águila. Y encima, el Gobierno de Díaz Ayuso se ahorra las enfermeras, ya no nos harían falta. Como mucho, nos harían falta corderos vírgenes nacidos en luna menguante. Y todos sabemos que los corderos vírgenes ni se quejan de sus condiciones laborales ni se manifiestan en Cibeles.

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Soy consciente de que mi plan tiene fisuras, de que no se puede transformar a todos nuestros sanitarios en médiums sanadores de un día a otro. Por eso sería importante contar con la ayuda de gente como Amancio Ortega que bien podría donar calderos mágicos, tambores chamánicos y rosarios de última tecnología.

Sólo así Madrid volverá a tener la sanidad universal que se merece. En concreto, del universo mágico de Raticulín.