La ONU advierte de que la población mundial supera los 8.000 millones de personas en plena batalla contra la crisis climática

Madrid

La mitad del crecimiento de la población mundial hasta 2050 se concentrará solo en 8 países del África subsahariana. Las Naciones Unidas, han advertido que la población mundial alcanza este 15 de noviembre de 2022 la simbólica cifra de 8.000 millones de habitantes. Con una voz de alarma, alta y clara ha comenzado el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, el discurso de apertura de la cumbre del clima, la COP 27: “Los más jóvenes preguntarán dentro de unos años qué hizo esta generación para frenar la crisis climática”.

Para Guterres, estamos cada vez más cerca de un infierno climático irreversible. La complicada dupla que forman el crecimiento demográfico y el calentamiento global obligan a encontrar un equilibrio sostenible entre la población y el consumo en todas las latitudes del planeta de unos recursos cada vez más limitados.

El aumento del nivel del mar, la falta de terrenos cultivables por la desertización o la falta de agua potable y desastres naturales motivados por el cambio climático motivarán migraciones de refugiados climáticos, principalmente desde países en desarrollo hasta países ricos. Jesús Gamero, analista de la Fundación Alternativas y profesor de Retos Demográficos Globales en la Universidad Carlos III de Madrid pide no criminalizar a los migrantes climáticos: “es muy importante no verlos como una amenaza” y lo hace porque asegura que aunque en Occidente estas escaseces y dificultades se vean lejanas “ya se están viendo situaciones de estrés hídrico incluso en España” y por ello lanza una propuesta: “Sería recomendable concebir modelos urbanos mucho más sostenibles en España, desplazar voluntariamente a grupos de personas a localidades o núcleos en zonas que hagan más sostenible su consumo de recursos, y aquí juega un papel importante repoblar la España Vaciada”.

Más allá de que la acogida de los refugiados climáticos sea una obligación humanitaria, puede ser también la solución a la cada vez más baja natalidad occidental. Carlos Ferrás, profesor de Demografía Humana en la Universidad de Santiago de Compostela asegura que será necesario “gestionar el envejecimiento de los países occidentales con las masas de personas migrantes jóvenes y adultas que procederán principalmente desde países en vías de desarrollo”. La acogida de estos refugiados permitirá dar un respiro a los servicios públicos occidentales porque el envejecimiento y la natalidad que no llega en muchos casos ni a los dos hijos por madre, la llamada tasa de reemplazo generacional. La incorporación de estas personas a las sociedades occidentales mantendría en funcionamiento servicios con un futuro comprometido como la Seguridad Social, los servicios sanitarios en peligro de colapso o incluso el sistema de pensiones.

Mientras que en zonas que previsiblemente crearán migrantes climáticos como el África Subsahariana la natalidad sí que aumenta.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

Gamero alerta sobre la necesidad de un cambio de hábitos para construir un futuro sostenible porque en Occidente también se van a producir cambios forzados, se quiera o no: “El objetivo es mantener las cotas bienestar viviendo con menos, prescindir de ciertos lujos occidentales y llegar la soberanía alimenticia”. El experto en Retos Medioambientales explica que es importante alcanzar la independencia alimenticia en los Estados para poder reducir la contaminación tan elevada del comercio de alimentos a nivel internacional. Esta soberanía se antoja una herramienta crucial para combatir los estragos de la crisis climática.

Ampliar

Cerrar

En cualquier caso, la población mundial alcanzará su tope en torno a los 11.000 millones personas en el 2.100, a partir de ahí, profundiza Ferrás, la población más envejecida fallecerá en muchos casos sin hijos y comenzará una reducción global de la población mundial. Las Naciones unidas preveen que para 2024 la India ya habrá superado a China como el país más poblado del mundo y que para 2050 casi el 70% de la población mundial se concentrará en Asia.