Un grupo de sanitarios recorre 800 kilómetros para salvar a un niño gracias a WhatsApp: "Pasé unas horas angustiada pensando que llegábamos tarde"
La pediatra Sylvia Belda orquestó por distintos grupos de Whastapp el traslado de un ECMO móvil hasta el Hospital Universitario de Burgos, donde estaba ingresado Pablo
Madrid
Unos 800 kilómetros de distancia y 3 hospitales. Esta es la historia de Pablo. El pasado martes, el problema respiratorio que padece este niño de solo 2 años llegó al límite. En el Hospital Universitario de Burgos le trataron de todas las formas posibles, pero el pequeño tenía un fracaso respiratorio. Su vida dependía de un ECMO, en términos médicos, una técnica de oxigenación por membrana extracorpórea. En palabras de mortales, un sustituto de su corazón y pulmones. Pero también pendía de varios grupos de Whatsapp.
Sobrepasados por la situación, los médicos del centro burgalés a Sylvia Belda. Ella es pediatra en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital 12 de Octubre de Madrid. Pero más allá de su título y cargo médico, Sylvia se ha convertido en el ángel de la guarda de Pablo. Su centro, como el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona y el Hospital Regional Universitario de Málaga, cuentan con un procedimiento para desplazarse con un ECMO.
"Me dijeron que un niño estaba muy mal, que no sabían qué hacer y que habían llegado al tope de tratamiento", comenta. Cuando "las probabilidades de muerte son muy altas", esta tecnología es la última esperanza y en Burgos lo sabían. Así que Sylvia comenzó a mover "un aluvión de mensajes por Whatsapp" para, en un principio, buscas "opciones más sencillas". Pero el estado de salud del pequeño era grave, y un traslado podía poner en peligro su vida.
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"En un primer momento pensamos en desplazar a Barcelona por cuestiones de distancia, tenían un dispositivo, pero les surgió una cirugía", se lamenta la pediatra. En su centro tampoco existía esa posibilidad, ya que los cirujanos estaban inmersos en otra operación delicada que, incluso, "se extendió hasta la noche". "Al final entró en juego Málaga", comenta no sin cierta emoción. Un total de 5 sanitarios viajaron en avión hasta la capital burgalesa. "Lo organizamos en 12 horas y llegamos a Burgos en 24 horas", destaca.
"La máquina no existe en todos lados"
Con miedo de que "pablo no aguantara hasta la noche", el equipo llegó, junto a Sylvia, y han logrado estabilizar al pequeño. Aunque en una situación de fracaso respiratorio la recuperación es lenta, la pediatra celebra la intervención, ya que, "de no haberlo organizado no estaría aquí". Más allá de la comunicación por Whatsapp, que complementa el intercambio de conversaciones "entre amigo", para Sylvia han triunfado gracias a la "voluntad" cuando "hay un niño al borde de la muerte, que es un motor que pone en marcha cualquier estrategia".
Aunque ya han mantenido conversaciones con Sanidad, que parecen que se materializarán en las peticiones, para la pediatra es fundamental "un Programa Nacional para que todos los niños accedan a esta tecnología". "La máquina no existe en todos lados, como tantas cosas en Medicina es que donde se haga esta técnica sean expertos", matiza. Un ejemplo de esta cooperación es, a su juicio, la Organización Nacional del Trasplante.
"Pasé unas horas angustiada"
Con esta estrategia del ECMO, que "no es muy cara", en sus propias palabras, han "ido a por 40 niños". Mientras llega su implementación, "tiramos de grupos de Whatsapp, aunque pasé unas horas angustiadas pensando que llegaba tarde", recuerda con angustia. Por último, Sylvia ha comentado que la descentralización de la Sanidad dificulta operaciones como esta y cree que de la otra forma "se puede organizar igualmente".