Las mujeres que han descubierto las grandes caras del cine español

Madrid

Están siempre al lado de las estrellas en la alfombra roja. Gestionan entrevistas, castings, se leen la letra pequeña de los contratos. Los representantes son el primer eslabon de la cadena que lleva a los intérpretes hasta un rodaje o, más bien, hasta el éxito. A penas se conocen sus nombres más allá del mundillo interno del cine y el teatro, pero su trabajo es fundamental en el sistema actual. Por eso, la Academia de Cine rinde homenaje a dos de las representantes más icónicas de las últimas décadas, Katrina Bayonas y Alsira García-Maroto.

"Es un homenaje a la profesión", dicen ambas a la Cadena SER, casi como si hubieran preparado la respuesta. De alguna manera, este reconocimiento lo es. "Es que es impresionante que la academia premie, primero a mi gremio, lo cual es lo más bonito de todo, es que el gremio está recibiendo un reconocimiento a través mío y de Alsira. Y por otro lado, personalmente me significa muchísimo. Es un gran honor que la Academia de Cine de España te reconozca".

Alsira García-Maroto sigue al frente Talent Agency. Desde ahí ha gestionado la carrera de un puñado de actores y actrices. Nunca pensó en dedicarse al cine. Estudió química y estaba dando clases y trabajando en un laboratorio, pero se quedó en paro y empezó a trabajar en la productora de un amigo. En su nómina han estado actores como Toni Cantó. También la directora Icíar Bollaín, que empezó en el cine como actriz. También María de Medeiros o Assumpta Serna. Ya no está en su agencia, pero con ella Aitana Sánchez-Gijón, debutó en Hollywood en Más allá de las nubes, junto a Keanu Reeves.

Katrina Bayonas quizá es más conocida. Una de sus representadas más célebres, Penélope Cruz, no deja de mencionar su nombre cada vez que recibe algún premio o reconocimiento. De hecho, el pasado mes de septiembre, le dedicaba el Premio Nacional de Cinematografía. Bayonas fue, con su agencia Kuranda, quién dio una oportunidad a la actriz de Alcobendas, que tiene un Oscar en su haber. "Es adorable. Se lo agradezco tanto, imagínate que estoy todavía con la boca abierta. Ella es muchas cosas, pero sobre todo es muy trabajadora. No sabes cuanto. Y dudo mucho que nadie llegue donde ha llegado Penélope sin trabajar como una bestia", cuenta agradecida sobre la actriz.

Penélope Cruz fue una de las actrices incipientes que en los años ochenta participó en el programa Caras nuevas, que creó Bayonas. "Fue todo un descubrimiento", dice la reprentante. "Un montón de actores jóvenes en aquel momento, que nadie sabían quienes eran empezaron a trabajar. Eso para mí fue una gran satisfacción. Como puedes imaginar, empezar con una persona, con un actor y ver cómo va subiendo, es una satisfacción inmensa", añade. El programa necesitó dos años de inversión para poder realizare. "Penélope no empezó a trabajar hasta dos o tres años después de haber entrado en Caras nuevas".

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A ambas les preguntamos cómo elige un representante a los actores que va a tener en su nómina. ¿Qué buscan? ¿Qué pistas tienen? "Hay que saber un poco en qué consiste ser actor. Y te dejas guiar por eso. Un buen actor es aquel que nos emociona, que nos toca el corazón, que nos conmueve y nos hace reir. Alguien que no nos deja indeferentes. Por ahí es por donde yo hago la selección", explica Katrina Bayonas, que también es representante de actores como Jordi Mollà, Héctor Alterio, Alba Flores, Ricardo Gómez, Elena Anaya o Ana de Armas, la estrella de Blonde.

Las redes sociales e internet han cambiado el mundo, también el cine y la interpretación. Muchos actores y actrices jóvenes se quejan de que en los castings les preguntan por el número de seguidores en Instagram. "Todo ha cambiado muchísimo", coinciden ambas. "Si tienes billones de seguidores, evidentemente tienes ya un público hecho que es un beneficio para un producto, pero eso es algo que afecta más a las productoras que son las que contratan, no a nosotras".

Sin embargo, ellas quitan peso a eso y se quedan con la parte positiva de Internet. "Es una gran ventaja poder mandar un email y que la persona conteste el acto. Cuando yo empecé había que ir de productora en productora con fotografías de los actores. Hablaba con los productores o los ayudantes de dirección, porque en aquel momento ni había directores de casting. Escribía cartas a máquina y las mandaba por correos", recuerda Bayonas.

Los padres de Katrina Bayonas eran actores, Blake Edwards y Lorraine Clewes, por lo que conoce la profesión desde siempre. Su padre llegó a trabajar con Kubrick. "Personalmente no lo conocí, yo era una niña cuando mi padre trabajó con él. Sí recibí el amor de mis padres por su profesión y por los actores". De ahí quizá el éxito de su trabajo todos estos años, un trabajo que delimita así: "No somos ni madres ni padres, somos colaboradores, compañeros de los actores", deja claro.

Su trabajo lo definen como una especie de tareas para aliviar al actor de todo aquello que no sea lo estrictamente interpretativo o artístico. "Vemos vídeos de actores que piden entrar en la agencia, pero sobre todo a hablar con directores de casting. Tenemos que ser ocurrentes y tener ideas originales y interesantes, a cuidar al actor, sobre todo el actor este libre para crear, sin interrupciones de negociaciones, de contratos, de lectura de contratos, de recogidas, de maquillajes..."