La cultura al servicio de las libertades

Madrid

La cultura al servicio de las libertades. "Cuando fui a Chernobyl no quedaban personas, solo animales, perros y jabalíes que se habían instalado en las casas de las personas. La energía nuclear pacífica, también mata. No somos conscientes de ello. Es irresponsable defenderla" Estas palabras corresponden a Svetlana Aleksiévich, la Premio Nobel bielorrusa, que estos días viaja de un sitio para otro por España. Hay una forma de meditar sobre Europa los discursos del odio, la energía nuclear, el Estado de Bienestar o el pensamiento de género, que son los festivales de cultura. En Barcelona se juntan ahora más de dos centenares de intelectuales en directo por videoconferencia, en espacios cerrados y en plazas abiertas para ser escuchados por mucho público especial. Jóvenes participativos. En Pamplona se repiten 50 años después de los primeros unos encuentros que marcaron un hito en el tardofranquismo. Allí se ha hablado de cómo sanar el resentimiento en las sociedades, que se asemeja a una gangrena que pone en peligro la democracia. Se trata de la cultura al servicio de las libertades. Que se extiendan esos laboratorios de la reflexión.