Apocalipsis

Madrid

La OTAN ha alertado de que Putin, en su obsesión amenazadora, ha movilizado su submarino nuclear Belgorod que porta un misil nuclear llamado Poseidón, conocido como "el arma del Apocalipsis". Es esta una palabra perturbadora y curiosa, porque etimológicamente un apocalipsis es una revelación, pero como Juan evangelista reveló el fin del mundo en el último libro de la Biblia, describiendo todo tipo de catástrofes, la palabra ha terminado asumiendo esos significados y nos remite al fin del mundo o a una situación catastrófica que evoca la destrucción total. Y solo eso, de tal manera que ningún periodista llamaría apocalipsis a su revelación informativa, por trágica que fuese. Por cierto, apocalipsis tendría una especie de antónimo en eucalipto, algo "bien guardado" etimológicamente, frente a lo revelado. Aunque "eucalipsis" ni está ni se la espera en el diccionario.

Sucedió algo semejante con la palabra patético, que comenzó nombrando a todo lo que conmueve y despierta sensaciones de alegría o tristeza, para pasar después a describir solo aquello que causa gran dolor o tristeza, hasta derivar, por influencia del inglés, a algo penoso, lamentable o ridículo. Y como ya casi se usa exclusivamente en ese sentido, no me extrañaría que algún melómano desinformado nunca haya escuchado la Sonata n.º 8 de Beethoven, conocida como Patética, por presumir que es una mierda. En fin, esperemos que el apocalipsis con el que amaga el patético Putin quede como el de san Juan, en una profecía lisérgica de ficción.