El 41% de los maltratadores reincidentes volvió a agredir a una mujer tras salir de prisión

Nunca ante se había hecho un estudio similar. El Ministerio del Interior, a través de Instituciones Penitenciarias, ha hecho un seguimiento durante 10 años de la situación de los 19.909 presos que quedaron en libertad en 2009. El objetivo era detectar cuántos de ellos se reinsertaron y cuántos volvieron a delinquir. Es lo que se conoce como tasa de reincidencia penitenciaria, es decir, el índice de reingreso en prisión de las personas que tras su excarcelación volvieron a ingresar por una nueva condena.

El resultado de ese amplísimo trabajo se acaba de publicar ahora, tras la presentación de un avance de esa investigación. Los datos revelan varias realidades. Algunas son esperanzadoras, como por ejemplo que el 80% de quienes salieron de prisión no cometieron ningún delito en una década. Pero hay otro 20% restante que sí lo hizo. En concreto, de esas 19.909 personas que en 2009 terminaron su condena, 3.978 volvieron a delinquir.

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Una de las conclusiones más preocupantes para los responsables de Instituciones Penitenciarias es que hay una importante tasa de reincidencia muy rápida. Más de la mitad de las personas reincidentes (53,01%) volvieron a cometer un delito en el transcurso de los tres primeros años tras su excarcelación. En concreto, 2.109 personas de las 3.978 que lo hicieron a lo largo de esos 10 años.

Igual de graves son los motivos por los que estas personas vuelven a ser condenadas. La mayoría de las personas que cumplieron condena por robo y que volvieron a ingresar en prisión, reincidieron por delitos de robo y hurto – un 76,29% -, pero más preocupante aún es lo que ocurre entre los maltratadores. El 41% de los presos reincidentes condenados por malos tratos volvió a agredir físicamente a una mujer cuando salió de la cárcel, en concreto, en esos 10 años de análisis se detectó que 176 expresidiarios que quedaron en libertad tras cumplir condena por malos tratos volvieron a cometer un delito de violencia de género. Esa tasa de reiteración en el mismo delito también supera la media en el caso de los violadores que reincidieron, hubo un 22%. O dicho de otro modo, de los 63 que quedaron en libertad tras cumplir condena por un delito contra la libertad sexual y que reincidieron, 14 volvieron a agredir sexualmente a una mujer.

Entre los reincidentes, aquellos que habían cumplido pena de prisión por homicidio son los que menos reinciden en el mismo delito, solo hubo 6 casos, una tasa de reiteración del 6%.

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Otros datos:

• El 79% de los reincidentes habían quedado en libertad definitiva. Solo el 16% estaban en libertad condicional
• El 95% de los reincidentes eran hombres – solo 200 mujeres frente a los 18.435 reincidentes varones-
• El 88% de los reincidentes tenía nacionalidad española – tasa de reincidencia del 24%-
• La mayor tasa de reincidencia se da entre los presos de 18 a 30 años – un 22%-, pero baja considerablemente a partir de los 50 años – un 10%-. Solo se registraron cinco casos de reincidentes mayores de 71 años

Los autores del estudio consideran que es muy significativo que la reincidencia a la que se refiere esta investigación aumenta en los casos en los que estas personas no disfrutaron de libertad condicional en su estancia en prisión hasta su excarcelación (24,87%) y, contrariamente, disminuyó en los casos en los que sí lo hizo (12,62%). Para los técnicos del estudio ese detalle demuestra que el valor del régimen abierto como forma de transitar hacia la libertad con mejor pronóstico de integración social.

Desde Instituciones Penitenciarias destacan que este informe goza de un rigor mayor que otros estudios realizados anteriormente sobre reincidencia, por dos motivos. El primero, por el amplio periodo de tiempo que se ha elegido, diez años. “No es habitual utilizar un periodo de tiempo tan amplio para conocer si ha habido o no reincidencia”, recoge el estudio. Y, segundo, el hecho de haber utilizado para el análisis toda la población excarcelada durante 2009 de los centros penitenciarios sobre los que tiene competencia la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias.