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Dante, el guía del inframundo

La vida de Dante Alighieri está marcada por tres acontecimientos cruciales: su amor platónico por Beatrice Portinari, su actividad política como güelfo blanco que le granjea un destierro de Florencia en el año 1302 y la larga elaboración de su Divina Comedia

All hope abandon, ye who enter here', circa 1890. Dante and the Roman poet Virgil enter Hell. Illustration from "The Vision of Hell" (Inferno), the first part of "The Divine Comedy" (La divina commedia) by Dante Alighieri. This long, narrative poem, written in Italian circa 1308-1321, tracing Dante's imaginary journey from Hell, through Purgatory and finally to Heaven and a beatific vision of God, has been published numerous times. This edition, published late 19th century, is illustrated by Gustave Dore. [Cassell Petter & Galpin, circa 1890]. Artist Gustave Doré. (Photo by The Print Collector/Getty Images) / Print Collector

All hope abandon, ye who enter here', circa 1890. Dante and the Roman poet Virgil enter Hell. Illustration from "The Vision of Hell" (Inferno), the first part of "The Divine Comedy" (La divina commedia) by Dante Alighieri. This long, narrative poem, written in Italian circa 1308-1321, tracing Dante's imaginary journey from Hell, through Purgatory and finally to Heaven and a beatific vision of God, has been published numerous times. This edition, published late 19th century, is illustrated by Gustave Dore. [Cassell Petter & Galpin, circa 1890]. Artist Gustave Doré. (Photo by The Print Collector/Getty Images)

En sus peores momentos, huye a Verona al amparo de su protector Cangrande della Scala y tres años después le conceden una amnistía, siempre y cuando pague una importante suma de dinero y además se someta a un consejo público en el que se le reconocería como delincuente público. Dante no quiso pasar por el aro de esta vergüenza y, sólo después de la guerra, consiguió que se le conmutara la pena de muerte por la de prisión a condición de que jamás volviera a Florencia, su ciudad natal. Nunca regresó y su condena de muerte fue ampliada a sus hijos.

La Divina Comedia la empieza a escribir desde el exilio y refleja el peregrinaje del ser humano en busca de “la Luz”, el descubrimiento del hombre hacia Dios con la ayuda de la razón (Virgilio) y de la fe (Beatriz). Siempre en la memoria está su eterna amada Beatriz, que murió cuando Dante contaba tan sólo 25 años de edad. En la última etapa de su vida, por motivos políticos, tuvo que refugiarse en Rávena con sus hijos desde el año 1318. Era habitual en él que, tras escribir seis u ocho cantos de su obra (de los 100 que tiene), fueran enviarlos sin demora a Cangrande della Scala, jefe gibelino de Verona y mecenas de literatos (al que incluye en el Paraíso). Él era el primero en leerlos y dar su aprobación. Luego escribía varias copias para quien las quisiera leer. De esta singular manera envió todos sus cantos, uno por uno, menos los trece últimos y sin dar noticia a nadie de que los había escrito.

Dante murió de malaria entre el 13 y el 14 de septiembre de 1321 rodeado de sus hijos tras varios días de delirio provocado por unas intensas fiebres y fue enterrado con toda solemnidad en la Iglesia de San Pier Maggiore (llamada más tarde San Francisco de Asís) en Rávena. Durante la agonía no soltó palabra, así que durante meses, hijos y discípulos estuvieron buscando esos cantos perdidos sin resultado alguno. Sus amigos se lamentaban de que Dios no le hubiera dado vida suficiente para poder concluir su Divina Comedia. Como no los hallaron por ninguna parte dejaron de buscarlos. Dos de sus hijos, Jacobo y Piero, decidieron completar el trabajo ellos mismos. Aunque, por suerte, no fue necesario. La Divina Comedia pudo ser finalmente completada, y todo fue gracias al fantasma de Dante. Lo sabemos gracias a Giovanni Boccaccio que lo que relata en su obra Trattatello in laude di Dante (1351), traducida al castellano como “Vida de Dante”, su primera biografía.

En una carta a Cangrande della Scala (1316), Dante fijó el alcance profundo de su Comedia: «El sentido de esta obra no es único, sino que puede llamársela polisémica, es decir, de muchos sentidos; en efecto, el primer sentido es el que proviene de la letra, el otro es el que se obtiene del significado a través de la letra». Basada en una estructura numérica, porque nueve son los círculos concéntricos del Infierno y nueve son las terrazas del Purgatorio (viaje acompañado por el poeta Virgilio) y nueve son los astros que conforman el Paraíso (acompañado en su recorrido por Beatriz y San Bernardo). Una obra cumbre que muchos no entendieron del todo en su momento.

 
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