Diez minutos para dormir a un bebé: la ciencia descubre la fórmula para tranquilizar a un niño que llora
Un estudio realizado en el centro de investigación Riken de Japón y publicado en la revista Current Biology ha dado con la fórmula para tranquilizar a los niños que lloran y conseguir que se duerman.

Imagen de archivo / Agencias

Madrid
La mejor técnica, según un estudio japonés, es pasear con el bebé en brazos durante cinco minutos, lo que consigue relajarlo, y una vez que se queda dormido, sentarse de cinco a ocho minutos antes de acostarlo en la cuna.
El estudio realizado en el centro de investigación Riken de Japón y publicado en la revista Current Biology ha dado con la fórmula para tranquilizar a los niños que lloran y conseguir que se duerman.
Dos avisos, antes de nada, el estudio solo se ha realizado con bebés en el momento que empezaban a llorar, no cuando estaban tranquilos, y con una muestra limitada de 27 lactantes de hasta 7 meses que es una cifra muy pequeña.
A partir de ahí la investigación consistió en 32 sesiones, con los niños monitorizados mediante electrocardiograma para medir su frecuencia cardíaca y cámaras de video para registrar sus expresiones y movimientos. El equipo descubrió que cuando las madres caminaban con los bebés en brazos, estos se calmaba y su ritmo cardíaco disminuía en 30 segundos.
Se produjo un efecto similar cuando los acostaban en una cuna mecedora pero no cuando la madres los sostenían, mientras estaban sentadas, o los colocaban en una cuna convencional. Después de los cinco minutos de paseo ninguno de los 27 niños lloraba y el 45% se había dormido.
El problema es que cuando las madres, después de estos cinco minutos de paseo, intentaban acostar a sus bebés dormidos, más de un tercio volvían a estar alerta en 20 segundos. El equipo descubrió que todos los bebés producían respuestas fisiológicas, incluidos cambios en la frecuencia cardíaca, que pueden despertarlos en el momento en que sus cuerpos se separan de sus madres. Sin embargo, si los bebés dormían durante un período más largo antes de acostarlos, era menos probable que se despertaran durante el proceso. Decidieron que el esquema perfecto es "5 minutos de carga, 5 a 8 minutos sentado" y a la cuna.
