La Commonwealth afronta una nueva etapa tras la muerte de la reina: el Caribe encabeza el camino hacia la república
Isabel II mantenía cohesionadas las excolonias y protectorados británicos y ahora Carlos III hereda la jefatura de Estado en 15 países y algunos de ellos ya han manifestado sus intenciones de debatir sobre la monarquía
Madrid
Tras 70 años de reinado de Isabel II, su hijo Carlos III afronta una nueva etapa en la Monarquía británica con dos grandes retos por delante: por un lado, el encaje de Reino Unido tras el Brexit que ha hecho reconfigurar el papel de Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte en un mundo globalizado y, por otro, seguir manteniendo cohesionada la Commonwealth, la organización de excolonias y protectorados británicos. En 56 países de esa Mancomunidad de Naciones, Carlos III es líder honorífico y en 14 ha pasado a ser directamente su jefe de Estado.
Cuando Isabel II llegó al trono en 1952 era la máxima autoridad de 32 naciones. Mucho ha cambiado la sociedad desde entonces y el vínculo de muchos de esos países con Reino Unido se ha sido perdiendo con el tiempo, pero la reina mantenía cohesionada la Commonwealth con un reinado inmutable y poderoso que ahora se tambalea.
Carlos III hereda la jefatura de Estado solo en 14 países y afronta el reto de preservar las cenizas del Imperio británico y la influencia global del Reino Unido. El nuevo rey, consciente de ese desafío, recibió este domingo en audiencia en el palacio de Buckingham a Patricia Scotland, la secretaria general de la Commonwealth, y dio una recepción para los representantes diplomáticos de algunos de esos países antes de iniciar este lunes la gira por el Reino Unido.
Referéndum en Antigua y Barbuda
Los planes de romper con la Corona británica y proclamar una república están en la agenda de la mayoría de las antiguas colonias británicas del Caribe, un movimiento que ganó impulso tras proclamar Barbados una república el 30 de noviembre de 2021 y que puede acelerarse ahora tras el fallecimiento de la reina Isabel II.
El primer ministro de Antigua y Barbuda, Gaston Browne, anunció que convocará un referéndum en el país en un plazo de tres años para que la población decida si quiere mantenerse unida a la monarquía británica o proclamar una república. "Este no es un acto de hostilidad ni ninguna diferencia entre Antigua y Barbuda y la monarquía, pero es el paso final para completar ese círculo de independencia, para garantizar que seamos verdaderamente una nación soberana", dijo Browne en una entrevista con la cadena inglesa ITV.
El país insular se independizó del Reino Unido en 1981 pero mantiene al monarca británico como su jefe de Estado, al igual que otras naciones caribeñas que también planean convertirse en repúblicas como Jamaica. Browne adelantó que, aunque se eliminara la monarquía, su país seguiría siendo un miembro comprometido de la Mancomunidad de Naciones.
Australia se da tiempo
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, ha afirmado este lunes que no es apropiado debatir sobre la celebración de un referéndum sobre la monarquía mientras se celebran los funerales de la reina Isabel II, aunque el político mantiene sus aspiraciones republicanas. "No es apropiado hablar de un cambio constitucional ahora. Lo que es apropiado en este momento es conmemorar la vida de servicio de la reina Isabel II", ha dicho el mandatario laborista en una entrevista a la cadena pública australiana ABC.
Sus declaraciones se dieron tras renovarse los pedidos para que Australia se convierta en república a raíz del fallecimiento el pasado jueves de Isabel II, que también era la soberana de Australia. Esta idea la acariciaban varios políticos y ciudadanos que consideraban que el fin de del reinado de Isabel II podía marcar un cambio constitucional en el país oceánico. Pero los planes de Albanese son celebrar un referéndum para decidir si el país se convierte en república, en caso de que sea reelegido en los próximos comicios, dado que su prioridad es reconocer los derechos de los aborígenes y los isleños del Estrecho de Torres en la Constitución. "He dejado claro que mi posición sobre nuestros acuerdos constitucionales no ha cambiado... pero este es un momento en el que los australianos esperan que su primer ministro actúe de acuerdo con los acuerdos constitucionales que están en vigor ahora", precisó más tarde Albanese en una rueda de prensa en Camberra.
Gran parte de los casi 25 millones de habitantes que tiene Australia son "Isabelinos" más que monarquistas, tal y como dijo en el pasado el ex primer ministro Malcolm Turnbull, quien lideró al Movimiento Republicano en el referendo de 1999, cuando el voto a favor de la república logró un 45,13%, frente a un 54,87% que apoyó el actual sistema. No obstante, más de 20 años después, un 34% de los australianos quiere que el país se convierta en una república, mientras un 40% se muestra a favor de mantener a la monarquía y un 26% está indeciso, de acuerdo a una encuesta de Ipsos del año pasado.
Para John Warhurst, experto en ciencias políticas de la Universidad Nacional Australiana, tiene que darse un buen tiempo para que la gente llore la muerte de Isabel II antes de que se reabra el debate sobre la república. "Eso significa que un calendario para un segundo referéndum republicano, teniendo en cuenta que el rey Carlos ha llegado al trono en 2022, está en el mejor de los casos a cinco o diez años vista (después de las elecciones federales de 2025 como muy pronto)", apuntó el académico.
Algo parecido ocurre en Escocia. La mitad de este territorio es republicana, pero prácticamente todos los escoceses, salvo las generaciones más jóvenes, reconocen la figura de Isabel II, a la que le están rindiendo un adiós multitudinario estos días, como recordaba el jefe de Internacional de la Cadena SER, Pablo Morán, desde Edimburgo.