«¡Qué lejanos quedan aquellos tiempos en que las mujeres eran femeninas, dulces y vivían entregadas a la honrosísima tarea de obedecer a su marido y cuidar de su casa y de sus hijos!». El autor de esta frase cargada de nostalgia machista podría ser un personaje de ficción infiltrado en El ministerio del tiempo, pero no: se trata simplemente de un lector del diario ABC de Sevilla que, ante los bajos datos de natalidad, decidió mandar un texto a su periódico de referencia. Un alegato a favor del patriarcado más recalcitrante que al diario le pareció oportuno compartir con el resto de lectores y que, sin embargo, ha generado una gran indignación. «Sería un milagro que se produjera lo contrario en una sociedad en que las mujeres solo viven preocupadas en hacer deporte, tatuarse y cuidar perros», asegura el autor de la carta, quien asegura que «un viento sectario y gélido, que Dios sabe de dónde procede» les ha «secado sus cabezas, tornándolas en seres extraños, únicamente preocupados en la adquisición de derechos y títulos». María Eugenia de Burgos compartió este sábado una imagen de la carta en su cuenta de Twitter tachando el contenido de «vergonzoso» y preguntándose si no hay «ningún tipo de filtro». Su publicación se ha hecho viral y cuenta ya con más de 2.600 retuits, 5.600 me gusta y 700 comentarios. A algunos las afirmaciones les han sonado tan inverosímiles que han acabado asumiendo que se trata de una publicación irónica, pero la mayoría sí ha considerado que se trataba de una defensa seria y consciente de valores propios de otra época, lo cual ha despertado su indignación, plasmada en adjetivos como «repugnante», «impresentable», «vomitivo» o «retrógrado». «Le ha faltado decir que pidamos permiso para respirar», comenta Chary Urbano. «Un poquito de misoginia con olor a rancio. Un día normal en ABC Sevilla», comenta otro usuario. «Solo falta de fondo la sintonía del No-Do», añade Francesc. «En cuanto me vuelva a encajar la mandíbula te comento», responde otra tuitera. Pero también hay quien ha optado por tirar de sentido del humor. «Curioso documento del pleistocenojurásico», asegura Dan. «Fernando Alés vive en el siglo XVII», añade Richard. «Oye, igual les faltaban cartas y pusieron una de 1954 que tenían guardada por ahí. Pobres», ironiza Marta Segurola.