Cultura antisistema: "somos la resistencia"
El sistema nos vigila. Los algoritmos nos dicen qué película o serie ver, qué libro leer, qué música escuchar. La ficción lleva años advirtiéndolo. Jorge Carrión, Dave Eggers, Laura Chivite o Magüi Mira son parte de la resistencia cultural
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La realidad siempre supera a la ficción, pero la ficción siempre se adelanta a la realidad. Y la ficción lleva décadas advirtiendo de un poder desbocado de la tecnología. ¿Nos hace la tecnología realmente libres? ¿Realmente queremos ser libres? ¿Nos preocupa la deshumanización de nuestra sociedad? ¿Se puede disfrutar de una vida tecnológicamente sana y socialmente libre? Son preguntas que nos hacemos en este episodio de La Hora Extra.
El poder del algoritmo
Los algoritmos componen música, muchas bandas sonoras de películas, series y videojuegos han sido creadas por algoritmos. Hay programas informáticos diseñados para crear la canción perfecta. Los músicos lo saben, la amenaza -o competencia- está ahí. "Dime qué debo cantar, algoritmo. Sé que lo sabes mejor incluso que yo mismo. Por ejemplo, esta canción ¿qué algoritmo la parió? Me pregunto si fui yo. ¿La elegiste o te eligió?" Esto es lo que canta Jorge Drexler en 'Oh, algoritmo', de su disco Tinta y Tiempo (Sony, 2022).
La música en vivo también se ha visto afectada, como nos contaba David Saavedra, periodista musical, autor de la guía Festivales de España. "Ya no hay un programador al que le guste la música y decida contratar a determinados músicos. Ahora es el big data el que detecta las necesidades y gustos de los usuarios y algunos festivales lo están usando. No solo qué música escuchar. Las carpas de comedia, que tan de moda se están poniendo entre los festivales, son algo que reclamaba el público".
Salvo que vivas una vida 100% analógica, complicado en estos días, el algoritmo forma parte de tu día a día. A finales del año pasado entrevistábamos a Jorge Carrión por su libro 'Membrana', en Galaxia Gutenberg. Jorge es un experto en algoritmos e inteligencia artificial y en este ensayo especulativo, como llama a Membrana, ya nos advertía del futuro ante el que nos encaminamos, con las plataformas, la inteligencia artificial, la posverdad o la viralidad, fenómenos tan contemporáneos.
Sobre todos estos asuntos lleva años reflexionando Dave Eggers. Eggers es periodista y escritor norteamericano, muy conocido, entre otros, por el súper ventas El Círculo, que tuvo una adaptación cinematográfica con Tom Hanks y Emma Watson.
Dave Eggers acaba de publicar 'El Todo' en Literatura Random House. Una continuación de 'El Círculo', una distopía sobre la dictadura y el monopolio de Amazon, Google y Meta. En 'El Todo', El Círculo, la empresa de internet más importante del mundo, se fusiona con la mayor plataforma comercial online del planeta, dando paso al monopolio más rentable y peligroso hasta la fecha. Una empresa de Silicon Valley que promueve la seguridad y la optimización. Admirada y odiada al mismo tiempo.
En 'El Todo', Eggers imagina desde un detector de mentiras para saber quiénes son tus verdaderos amigos, hasta un rectificador de novelas clásicas, para que la experiencia de lectura sea más agradable para la mayoría de lectores. Es ciencia ficción, pero Eggers advierte de la cantidad de cosas que ha imaginado en sus novelas, hasta rozar lo absurdo, inventos que luego se han desarrollado en Silicon Valley. La realidad siempre supera a la ficción, pero la ficción siempre se adelanta a la realidad. Dave Eggers ha estado presentando su libro en España y con él hemos hablado de cómo los algoritmos determinan todo en nuestra vida.
Regresar a lo analógico: un remedio contra la ansiedad
Año 2060: RALA abre sus puertas, son centros de Regreso A Lo Analógico. Un centro de rehabilitación como cualquier otro, con la única diferencia de que aquí no buscamos reincorporarnos a ninguna sociedad, sino mantenernos lo más lejos posible de ella. El progreso ha sido una condena.
Este futuro distópico es el que imagina Laura Chivite (Pamplona, 1995) en 'Gente que ríe', su primera novela, editada por Caballo de Troya. Hasta llegar a 2060, vamos descubriendo los "progresos" que hace el ser humano con la tecnología. Drones repartiendo productos de consumo en cualquier punto del planeta, los hogares sembrados de microcámaras y micrófonos, espionaje, realidad virtual, cambio climático, chips en el cerebro que te permiten almacenar los buenos recuerdos y eliminar los malos...
A sus 25 años, a Laura Chivite le perturba el futuro. Internet y las redes sociales hoy le producen ansiedad. Así que ha utilizado la ciencia ficción para desahogar todas estas inquietudes.
La resistencia contra la deshumanización tecnológica
Magüi Mira (Valencia, 77 años) estrena esta semana en el Palacio Valdés de Avilés 'Adictos', una obra que surge de la necesidad de abordar una problemática que nos afecta a todos: ¿hasta qué punto estamos sometidos por la tecnología?, ¿somos realmente libres?, ¿qué tipo de sociedad hemos construido?, ¿qué panorama nos plantea el futuro más cercano?, ¿realmente nos merecemos el calificativo de "seres humanos"?
Estas cuestiones, que raramente hoy se ven planteadas encima de un escenario, deben confrontarse con el público contemporáneo, afirman los autores del texto, Daniel Dicenta Herrera y Juanma Gómez. La realidad de Adictos es la de la expansión progresiva de la desinformación. Los autores reivindican la capacidad de reacción del ser humano. El punto de rebeldía, que siempre es necesario, para que las cosas evolucionen hacia una meta mejor, hacia el horizonte en el que todos podamos disfrutar de una vida tecnológicamente sana y socialmente libre.
Adictos está protagonizada por Lola Herrera, Lola Baldrich y Ana Labordeta. Dirige Magüi Mira, que reivindica la visibilidad de mujeres mayores, mayores de 80, como Lola Herrera, en las artes escénicas. Lola Herrera interpreta a Estela Anderson, científica de prestigio internacional, "cuando hoy vemos muy pocas mujeres reconocidas con el Nobel, por ejemplo", dice Magüi Mira.
Adictos y la conversación que hemos mantenido con Mira giran en torno a la manipulación y la desinformación. La utilización perversa, por parte del sistema, del poder económico y mediático, de los avances de la ciencia y la tecnología. "Un sistema dirigido al consumismo, al dinero, que expulsa a los viejos porque no consumen". En una sociedad distraída por las multipantallas, por los escaparates que ofrece el sistema para distraer, ¿es posible la resistencia?