La Audiencia propone juzgar al responsable de la cantera del Valencia CF que despreció la enfermedad de un niño que estuvo a punto de morir

Madrid

La titular del juzgado central de instrucción número 3 de la Audiencia Nacional, María Tardón, ha dado por concluida la investigación por la denuncia de la familia del jugador infantil del Valencia CF, A.M.M., que a punto estuvo de perder la vida en verano de 2019 tras participar entre el 24 y el 31 de agosto en la Zed Clubs Cup celebrada en Egipto.

Al poco de llegar a la capital egipcia, El Cairo, el niño informó a sus padres por WhatsApp, que también habían viajado por su cuenta a este país, que se encontraba mal y sufría vómitos. Éstos, preocupados, intentaron ponerse en contacto con los responsables del club, quienes les advirtieron que no podían acceder al hotel de la concentración por la política del equipo y que el chico solo sufría una diarrea.

El VCF se negó a trasladar al niño al hospital pese a su estado

Con el paso de los días, los padres notaron en los mensajes de su hijo que estaba empeorando y el propio club les pidió que comprasen suero para evitar la deshidratación del jugador. Cuando por fin pudieron verlo le hallaron demacrado y prácticamente ni siquiera podía hablar, por lo que pidieron que fuera trasladado a un hospital, asumiendo ellos el pago de los gastos.

Pero tanto el ATS José Jacinto Santos como el director de la Academia del Valencia, máximo responsable de los jugadores, Marco Otero, les comunicaron que su situación era normal y que pronto mejoraría.

Amenazas para el futuro del jugador si los padres seguían "exagerando"

Les recriminaron además que se estaban preocupando en exceso, que habían cruzado las líneas de la política del club que impedían a los padres esta intromisión y que estaban “exagerando”. Añadieron que si persistían en su actitud tendría consecuencias para el futuro del niño en el Valencia CF.

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Ante las amenazas y confiando en el equipo médico del equipo, los padres regresaron a la capital del Turia y esperaron en el aeropuerto de Manises al aterrizaje del vuelo del equipo. En cuanto vieron al chico cruzar la puerta, que ni siquiera podía caminar, lo trasladaron al hospital de la localidad donde ingresó en “estado crítico” según los médicos, ya que sufre una deshidratación grave e insuficiencia renal, por lo que es trasladado de urgencia al Hospital La Fe de Valencia.

El niño ingresó en estado "crítico" en Valencia

Allí, los médicos informan a los padres de la situación “crítica” de su hijo. Tiene el sodio a 119, lo que “puede ocasionar daño cerebral, paro cardíaco, fallo multiorgánico e incluso la muerte”, según el auto judicial.

Los doctores trataron de hidratarlo y estabilizarlo en las siguientes 24 horas para “descartar el peligro de muerte” y ante el fuerte dolor abdominal detectan una perforación en el duodeno por la que debe ser intervenido de inmediato.

Una salmonelosis mal tratada

El cirujano les explica que esa perforación se ha debido a la ingesta de grandes cantidades de ibuprofeno suministrado durante la concentración con el Valencia en Egipto para tratar la diarrea que solo era un síntoma de la verdadera afección no identificada por los servicios médicos del club. El jugador había enfermado en Egipto por una salmonelosis para la que habría precisado otro tipo de tratamiento.

Durante los 15 días en los que el jugador permaneció ingresado en el hospital, poco a poco todos sus órganos comenzaron a funcionar excepto el páncreas. Tuvo que ser sometido a controles y tratamiento médico durante más de 3 meses y medio.