La reforma laboral que no llega para las limpiadoras

Esta semana hemos conocido los datos del paro, una buena noticia sin duda. Pero hay sectores que siguen precarizados. Por ejemplo el sector de la limpieza de edificios y locales, además es un sector muy precarizado y casi en su total mayoría formado por mujeres. Un millón trescientas mil trabajadoras con un salario, contando que hagan jornada completa, es de poco más de 1.000 euros mensuales. Lo que pasa es que la mitad de las trabajadoras hacen jornadas laborales parciales, que supone apañárselas con menos de 600 euros al mes. Nuestra compañera Beatriz Nogal ha hablado con Lola y Luisa que nos cuentan sus condiciones laborales. Nos han explicado las barreras a las que aún tiene que enfrentarse este colectivo, entre ellas, la invisibilidad: “Durante la pandemia fuimos un sector esencial pero ahora se han olvidado de nosotros y en muchas empresas están echando a muchas compañeras a causa de los recortes por la crisis económica.” Trabajar en este sector conlleva, en muchas ocasiones, un esfuerzo que difícilmente lo compensan los sueldos. Horas y horas de desplazamientos por distintas oficinas o locales, madrugones o la sobrecarga de trabajo que conlleva un deterioro de la salud... son el peaje a pagar para cobrar unos 12 euros por hora. “Si trabajas por horas, a ese precio, no te da ni para el abono transporte”. Hemos hablado con la portavoz de la Plataforma del Tercer Sector: Paca Sauquillo, para concienciar a las empresas que antes de presentar la declaración del Impuesto de Sociedades. Es una decisión de coste cero para las empresas pero que supone un enorme beneficio social para el país. Si las empresas marcasen esta casilla en sus declaraciones supondría destinar 186 millones de euros para fines sociales. Estos fondos recaudados van dirigidos a financiar actividades y proyectos sociales y medioambientales, desarrollados por entidades del llamado Tercer Sector, organizaciones dedicadas a garantizar los derechos de la ciudadanía, la lucha contra la pobreza, la exclusión social y la desigualdad. Kaspar Mezkow es un sociólogo urbano berlinés, que estudia la relación entre una sociedad y sus edificios, sus monumentos. Quería visitar el Valle de los Caídos, y nuestra compañera Fernanda Fernández se ofreció a acompañarle. La casualidad quiso que fuesen el mismo día que el capitán de una compañía del ejército español que, sin autorización de sus superiores, les llevase hasta allí para recibir la bendición de un sacerdote de la comunidad benedictina de la basílica. Es muy curioso escuchar las reflexiones de este alemán sobre la relación de los pueblos con su pasado y sobre todo sobre la memoria de ese pasado.

La reforma laboral que no llega para las limpiadoras

Casilla Empresa Solidaria en el impuesto de sociedades, un paseo por Cuelgamuros; el Valle de la desmemoria

Lourdes Lancho

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