Ditirambo
Lo único claramente interpretable es que el Gobierno ha soltado lastre para que las responsabilidades de lo sucedido no lleguen más arriba

Madrid
Ditirambo. De la asombrosa conferencia de prensa de la ministra de Defensa a la salida del Consejo de Ministros para anunciar la destitución de la responsable del Centro Nacional de Inteligencia y su sustitución por una nueva funcionaria de su confianza solo se sacó en claro su opinión rotunda acerca de la profesionalidad y entrega de los más de 3000 empleados del CNI. De lo demás, 'rien de rien'. Las causas de esa institución que nadie parecía querer. Lo ocurrido en el CNI para que se haya tardado tanto en conocer el espionaje al presidente del Gobierno y algunos ministros. Las razones esgrimidas por el juez para ordenar que se manipulaba el móvil de Pere Aragonès y quiénes han espiado sin autorización a otros tantos independentistas, según el informe canadiense, una y otra vez preguntaban a Margarita Robles y una y otra vez daba largas respuestas que impedían más preguntas. Utilizando un lenguaje de madera y lanzando alabanzas exageradas y encomios excesivos que solo parecían tener sentido si se dirigían ante todo a la plantilla del CNI enfadada por la destitución de su jefa. Lo único claramente interpretable es que el Gobierno ha soltado lastre para que las responsabilidades de lo sucedido no lleguen más arriba. El caso sigue abierto.

Joaquín Estefanía
Es periodista, exdirector del periódico 'EL PAÍS' donde sigue firmando columnas. También colabora en...