Dani García, el base resiliente

Murcia

A un base siempre le pedimos puntos. Suele ser lo más normal. Es una posición vital para los intereses de un equipo. Sobre todo si el club aspira a cotas altas dentro de una competición. Sin embargo, fuera de las canastas, un base también aporta dirección y, no menos importante, energía sobre la pista. Es el caso de Dani García, jugador del UCAM Murcia CB.

El universitario recaló en la entidad en verano y desde el primer minuto asumió su papel dentro del equipo. Con Hakanson como primer espada, pasando por el crédito de Caupain y hasta por Howard Sant-Roos ocupando esa posición.

Dani no tiene prisa. Sabe que en UCAM puede seguir creciendo y, fruto de esa resiliencia, ha sido capaz de aceptar su rol. Pero detrás de esa realidad hay mucho de lo que no se ve. A pesar de quedarse fuera de las convocatorias en numerosas ocasiones esta campaña, tiene su plan específico dentro del club. Aunque no juegue ni vaya convocado, suele ir al Palacio antes de los partidos para hacer práctica de tiro y es disciplinado. Además acepta consejos sobre cómo enfocar esta situación.

Ante el FC Barcelona jugó más de 15 minutos y anotó tres puntos. Su misión no era buscar la penetración, tampoco lo fue liberarse en espacios reducidos para armar el tiro. Su cometido no fue otro que el de aportar energía y ser un incordio para el rival. Y lo consiguió. Sus rotaciones, lejos de ser testimoniales, dieron más de lo que dice la estadística. Eso solo lo consigue la actitud.

Sin Sant-Roos, que no jugó ante los azulgranas por lesión, y los casi cinco minutos de Caupain en pista, el escenario ante un 'grande' se presentó para Dani García como quien encuentra agua en un desierto. Y él supo beber a sorbos muy pequeños, trabajando y confiando en que los minutos que siga sumando le aportarán. Sin pretensiones, solo con la mente puesta en ayudar al UCAM Murcia y con la confianza de que aprovechará todas las oportunidades que tenga.

Únete al canal de WhatsApp de la SER