En el nombre de hoy, con José Miguel Rojo: 'La crisis de los 50'
Columna de opinión del politólogo y profesor de Ciencia Política y Opinión Pública de la UMU
En el nombre de hoy: 'La crisis de los 50'
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Murcia
'La crisis de los 50'
En el nombre de hoy, 13 de enero de 2025, damos la bienvenida al nuevo año. Y toca aniversario.
Dicen que a los 50 tu autoestima se viene abajo. Caes en el existencialismo, tu cuerpo ya no es lo que era e idealizas tus 20. No te crees que todo tiempo pasado fue anterior, que diría Concostrina.
España está atravesando su propia crisis de los 50. Cuando se cumplen 5 décadas de la muerte de Franco, el dictador, nuestra democracia navega entre el resurgir nostálgico y la batalla cultural. El pasado se vuelve parte de esta guerra por el sentido común. Porque desde la revisión del pasado se construyen los significados políticos del presente. El desvanecimiento en la memoria colectiva del significado real de la dictadura la convierte en un icono de incorrección política, en una especie de ideal punk que reivindicar para ser alternativo, a lo Fabio McNamara. Todo envejece mal. Hasta tal punto llega la cosa que algunos supuestos liberales, e incluso libertarios, se reconocen equidistantes o coquetean con aquellos tiempos de moralina. Tanto gusto por llevar la contraria acaba en horterada.
Seamos sinceros, no hay pantano que pueda tapar el garrote, que pueda silenciar que lo de Enrique Ruano no fue un suicidio. No hay película de suecas que blanquee la pobreza, el machismo asfixiante o la censura.
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Está bien recordar para que la niebla fáctica no nos haga idealizar el pasado. Pero, si nos ponemos a recordar de verdad, lo que convendría explicar este año es quién protagonizó la resistencia antifranquista y quién rentabilizó sus réditos. Convendría recordar que no llegó la paz, sino la victoria. Que no había seguridad, sino miedo. Que las estructuras de poder económico y social creadas durante esos 40 años no fueron desmontadas durante la Transición. Que seguimos sin restituir al exilio. Si alguna vez viajan a Ciudad de México, vayan a visitar la tumba de Cernuda y comprenderán lo que les digo.
No convendría, eso sí, convertir la obligación democrática de hacer memoria en una estrategia electoral y en un ejercicio de personalismo que desplace a los héroes del antifranquismo por dioses modernos con los pies de barro. No deberíamos convertir esta crisis de los 50 en un simple instrumento pasajero al servicio de la riña política contemporánea.
Y una recomendación musical: pongan a Aute, pongan a Ibáñez, pongan a Cecilia. Pongan a Labordeta. En sonido original.
José Miguel Rojo