"No todo lo que se encuentra en el mar tiene un valor expositivo": El director del ARQVA en la SER
En el mes de noviembre del 2008 se inauguró el Museo Nacional de Arqueología Subacuática en Cartagena, por la Infanta Doña Cristina
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Cartagena
El 26 de noviembre del 2008 se inauguró el Museo Nacional de Arqueología Subacuática en Cartagena, por la Infanta Doña Cristina. Lo hizo en compañía del entonces ministro de Cultura, César Antonio Molina, y presidió el acto oficial de apertura de este nuevo templo de patrimonio arqueológico en Cartagena.
Abrió sus puertas al público este espacio que contaba con 6.000 metros cuadrados diseñados por el arquitecto sevillano Guillermo Vázquez Consuegra. En su día se podían contemplar fragmentos de las embarcaciones fenicias halladas en Mazarrón, lingotes de plomo, anclas, cerámicas o piezas singulares como una en bronce que simboliza el culto al dios Sabazios.
Un Museo que ahora mismo tiene como principal proyecto a largo plazo poner en valor y asegurar la conservación del Mazarrón II. Aunque en el ámbito de la arqueología uno no sabe nunca lo que se puede encontrar.
El mejor ejemplo es ese barco que bajo las aguas de La Manga que apareció ante los ojos de un buceador. Un buque que han datado en el Arqva es de finales de siglo XIX o principios del XX. El Museo seguirá haciendo inmersiones para certificar, por ejemplo, si este buque tiene que ver con los conflictos bélicos de principios de siglo XX. y qué causas provocaron su hundimiento. Lo que parece claro, nos ha contado el director del Arqvua, Rafael Sabio, es que su casco de hierro indica que es una embarcación de finales del siglo XIX o principios del XX.
La idea es asegurar su conservación bajo el agua y no extraerlo. Sabio cree que no todos los hallazgos son susceptibles de extracción y exposición como dice la Unesco.
Sí se decidió en el caso de ese pecio Mazarrón II después de una reunión con expertos internacionales. La primera parte del trabajo ya está hecha, que ha sido la extracción y ahora, bajo el techo del Museo, se procederá a protegerlo y conservarlo gracias, entre otras herramientas, a una máquina que pondrá al Arqva a la cabeza de Europa.
No son sólo barcos. La arqueología subacuática va más allá. Incluso va más allá de los océanos, también son ríos o lagos los que forman parte de una disciplina que tiene el problema del expolio, y no precisamente del expolio profesional.
235 entradas tienen contabilizadas en las que no todo son barcos. Sí que lo es otra de las joyas que el Museo quiere seguir poniendo en valor próximamente y que ya se puede ver en un 40 % en el Arqvua como es el barco fenicio 'El Bajo de la Campana'. Un pecio desconocido que por su importancia nos contaba Sabio, debería tener más valor mediático.