Sociedad

Organizaciones ecologistas piden a la Comunidad que deniegue los permisos a una granja acuícola en la Bahía de Mazarrón

ANSE, Adela y Ecologistas en Acción han presentado alegaciones al proyecto previsto en una zona de "gran importancia para la conservación del calderón común del Mediterráneo". La granja de producción de corvina y seriola afectaría también a especies vulnerables como el delfín mular, la manta o la tortuga boba

Delfín Mular frente a La Azohía (Cartagena) / Aixa Morata

Delfín Mular frente a La Azohía (Cartagena)

Murcia

Las organizaciones ANSE, Ecologistas en Acción y ADELA han presentado alegaciones ante la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia por el expediente para la puesta en marcha de un Proyecto Offshore de cultivo de seriola y corvina, promovido por la empresa Ocean Aquaculture Murcia, que ocuparía una superficie de 455 hectáreas dentro de la Zona de Especial Conservación (ZEC) Valles submarinos del Escarpe de Mazarrón, a 7 km del puerto deportivo de Mazarrón y a 6 km de La Azohía.

Según las organizaciones ecologistas, "la evaluación del impacto que pudiera ocasionar el proyecto no ha realizado ningún muestreo específico de cetáceos, tortugas ni aves marinas, a pesar de que les afecta de manera directa". Y añaden que "el proyecto no da alternativas creíbles al emplazamiento fuera de la ZEC de una instalación con una producción estimada de 3.750 toneladas anuales, y la selección de la localidad no está justificada en términos de dispersión de contaminantes y capacidad de carga del sistema".

"Aparte de las heces y el amonio vertido por los peces, se une la pérdida de pienso de unas 700 toneladas al año, como se estima en el mismo proyecto, y el impacto producido por estos vertidos de la acuicultura concentrados en el espacio", añaden estas organizaciones que recuerdan que las instalaciones de esta granja "pretenden ubicarse fuera de los dos polígonos de cultivos marinos (San Pedro del Pinatar y El Gorguel) aprobados en 2007 a través de la Ley de Pesca marítima y acuicultura, de la Consejería de Agricultura y Agua de la Región de Murcia, como una herramienta de planificación y gestión de la acuicultura para unificar a la mayoría de las empresas acuícolas que operaban en la región".

Aseguran que en la documentación aportada "no se ha incluido un estudio sobre ruido generado por la actividad antes de la instalación y una previsión durante la construcción y funcionamiento que permita evaluar el impacto sobre las especies silvestres. Tampoco se aporta información adecuada sobre la contaminación lumínica".

"La localización seleccionada puede generar diversos impactos negativos en relación con hábitats de interés y la interacción con fondos de coralígeno y no existe un estudio en profundidad del régimen de corrientes de fondo a nivel local, que garantice la no afección a los hábitats y a las valiosas especies que los forman", añaden las tres organizaciones.

En los últimos años, ANSE ha desarrollado varios proyectos de investigación en la zona que ocuparía la “granja marina” a través de convocatorias del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, en los que ha podido comprobar "la presencia regular de diferentes especies de cetáceos", como los delfines mulares, una especie considerada “vulnerable”.

"La instalación de una nueva instalación acuícola en el ámbito de la ZEC afectará a esta especie no sólo por el impacto en su hábitat, sino que también puede provocar cambios en su dinámica poblacional, su distribución y estructura social, debiendo ser estas evaluadas de manera adecuada", advierten desde ANSE, alertando también de que se localiza en un área de "gran importancia" para la conservación de la población de calderón común en el Mediterráneo "que actualmente se encuentra en regresión". Precisamente, "la presencia de crías es frecuente en muchos de los grupos de la especie avistados durante primavera y verano cerca de la zona donde se propone la instalación de la planta offshore de cultivos marinos".

Por otra parte, la planta podría tener una incidencia negativa sobre otras especies vulnerables como la manta o la tortuga boba que ha tenido intentos de anidamiento en la zona.

Por todo ello, ANSE, Ecologistas en Acción y Adela consideran que "hay razones ambientales de peso para que se proceda a la denegación del proyecto por la Comunidad Autónoma".

Las organizaciones consideran, por otra parte, que esta actividad "tendría efectos negativos sobre los caladeros tradicionales de los pescadores de Mazarrón y Cartagena, aunque corresponde a las cofradías de pescadores pronunciarse sobre esta cuestión".

Maica Sánchez

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