"No queremos criminalizar la digitalización, pero sí darle sentido": así es el movimiento 'Sin Pantallas' en Murcia para el uso de estos dispositivos en la infancia

Murcia

La Región de Murcia es la tercera comunidad con mayor incremento de menores de 15 años con móvil desde 2013. Algunas familias están tomando medidas preocupados por el impacto que tiene en la educación de sus hijos y están reclamando que se limite el uso de dispositivos móviles en las aulas.

El uso que hacen niños y adolescentes de los dispositivos digitales es algo que preocupa cada vez a un número mayor de familias. Así se percibe a través de estos grupos de Whatsapp y otros canales como Telegram en los que padres y madres comparten información y divulgan contenidos sobre el impacto que tiene en el desarrollo cognitivo.

María Bolarín, junto a otros padres y madres implicados en este tema, creó hace unas semanas uno de esos grupos con el nombre de 'Sin Pantallas' y a él se han sumado ya más de mil personas. "No se trata de criminalizar la digitalización, pero sí darle un sentido al uso de las pantallas. Y establecer así unos límites a los contenidos a los que les dan vía libre esas pantallas", ha explicado en la antena de Radio Murcia. Por eso pide que se abra un periodo de reflexión y que se estudie qué se puede hacer prescindiendo de los intereses que hay por parte del propio sector tecnológico.

"Los experimentos no podemos hacerlos con nuestros hijos y nuestros adolescentes, cuando además no estamos seguros de las consecuencias de las medidas que se están implantando y los datos nos enseñan que ésa noes la vía", dice esta madre murciana. Según Bolarín, estos dispositivos abren la puerta no sólo a contenidos inadecuados para ellos o generan distracciones en las aulas, sino que también apunta a otros problemas como el ciberacoso o la exposición agresores sexuales.

En esta coyuntura, las conclusiones del informe PISA sobre estas herramientas digitales y su uso educativo ha venido a reafirmar algunas de las posturas señaladas por las familias. Los autores del estudio no se muestran partidarios de prohibir su uso en las aulas, pero reconocen que el 30% de los alumnos dice distraerse en clase con su uso y otro 25% que no tiene esa herramienta lo hace con los dispositivos de los compañeros. "Es decir, el 55% del alumnado de la clase reconoce estar distraído. Más de la mitad de la clase y esto además perjudica al otro 45%" según Bolarín, que a eso añade las demandas del profesorado.

Únete al canal de WhatsApp de la SER