Familiares del asesinado en La Puebla coinciden en que recibía amenazas continuas por parte de los dos acusados
El teniente de la Guardia Civil que instruyó el atestado por el asesinato ha dicho en el juicio que se desarrolla en la Audiencia Provincial que cuando detuvieron a la acusada, exnovia de la victima, les dijo que la situación “se les había ido de las manos"
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CARTAGENA, (MURCIA), 06/11/2023.- Los jóvenes acusados de atropellar y quemar vivo a su pareja de ella en agosto de 2021 en el paraje de la diputación cartagenera de La Puebla, este lunes durante un momento del jucio que se celebra con jurado en el Palacio de Justicia de Cartagena. EFE/Marcial Guillén / Marcial Guillén (EFE)
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Murcia
Familiares y amigos del hombre asesinado en la diputación cartagenera de La Puebla durante el verano de 2021 han coincidido en que los dos acusados por el crimen --su exnovia y la expareja de ésta-- lo amenazaban por teléfono de forma continua, motivo por el que él llegó a trasladarse al Cuartel de la Guardia Civil con la intención de interponer una denuncia, aunque no lo llegó a hacer.
El juicio contra los dos procesados en el caso, para los que el Ministerio Fiscal solicita penas de prisión que superan los 69 años por la presunta autoría de los delitos de asesinato, detención ilegal y daños mediante incendio, entre otros, ha continuado este martes en segunda sesión celebrada en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial.
La primera en declarar ha sido la hermana del fallecido, que ha explicado que la relación entre él y la procesada se rompió meses antes del día de autos porque "ella le fue infiel" después de pasar juntos varios años en los que la relación entre ambas familias era "normal", si bien el padre de ella no la veía con buenos ojos por la diferencia de edad, ya que al inicio la chica tenía unos 14 años y él más de 30.
La mujer ha indicado que, tras romper el noviazgo, la acusada inició una relación con el otro procesado, "aunque quería seguir viendo" a su hermano. Era "muy celosa, manipuladora, tenía que ser lo que ella quería y mi hermano, como era menor de edad, lo hacía", ha dicho, para insistir a continuación en que el hombre seguía viéndose con ella "por miedo".
Tras la ruptura, la mujer veía "mal" a su hermano porque "él la quería". Después "solo quería alejarse de ella" pero "por miedo" ante las "amenazas" recibidas no lo hizo. "Ella así lo decía: Si no era para ella, no era para nadie", ha comentado.
Así, el día de autos, según la versión de la hermana, llamaron por la tarde a la víctima "amenazando" con que "iban a quemar" la casa mientras él estaba visitando, en compañía de su madre y hermana y un vecino, a un amigo en el hospital. Una vez llegaron al domicilio tras pasar por el centro sanitario, con la víctima en estado "nervioso", vieron que no se había producido ningún incendio.
Preguntada sobre los hechos, la hermana del fallecido ha comentado que esa noche, sobre la 1 de la madrugada, el acusado llegó en bicicleta a su casa preguntando dónde estaba la víctima, a lo que ella contestó que no lo sabía. Tras desaparecer el acusado, la mujer llamó inmediatamente a su hermano, que le dijo que estaba con un amigo, aunque pudo reconocer la voz de la exnovia al otro lado del teléfono.
"Volví a llamarlo después pero no cogió el teléfono y ya luego me llamó él sobre las 3. Me dijo: 'Me están pegando una paliza', y ya no se escuchaba nada", ha dicho la hermana, quien tras recibir aquella llamada salió a buscarlo pero no logró localizarlo. Tras varias vueltas se pasó por la casa de la hermana de la joven para ver si estaba el coche de su hermano, que no encontró, y finalmente se trasladó al cuartel de la Guardia Civil para denunciar la desaparición.
La hermana de la víctima ha afirmado, a preguntas de los abogados, que no se ha recuperado de la pérdida y que ha necesitado ayuda psicológica y medicación, como también la ha requerido la madre de ambos, quien ha declarado que, para ella, la acusada era una chica "muy celosa". "Mi hijo no podía tener una llamada o Whatsapp de sus amigas", ha dicho, para insistir después en que "manejaba como quería" a su hijo.
"Mi hijo me decía que tuviera cuidado con ella, que no me metiera con ella", ha comentado la progenitora del fallecido, quien ha confesado que echó de su casa a la acusada porque "se iba con el querido por la cochera, yo lo veía". También ha asegurado que en la tarde de los hechos el hombre recibió una llamada de la mujer diciendo que "iba a quemar la casa con su madre dentro".
El hermano de la víctima ha declarado que su hermano "tenía que estar siempre conectado por videollamada al móvil para saber donde estaba", y que "en varias ocasiones que intentó dejar la relación ella lo amenazaba". También recibió amenazas del procesado, aunque en este caso "por celos". En la misma línea han declarado un amigo del fallecido y la pareja de éste en el momento de los hechos.
Por su parte, la madre y la hermana de la enjuiciada no han querido declarar, pero sí lo ha hecho la pareja de la madre, para quien el fallecido era "como un hermano" al que "queríamos mucho". Respecto a si fue testigo de amenazas hacia la víctima por parte del acusado ha dicho que sí, y que incluso él mismo le recomendó denunciar. "Estuvo varias veces en el cuartel pero no llegó a poner la denuncia porque no se esperaba que acabara así", ha apostillado.
El teniente de la Guardia Civil que instruyó el atestado por el asesinato de un hombre en La Puebla (Cartagena, Murcia) en agosto de 2021, por los que se juzga a su exnovia y a la nueva pareja de esta, ha revelado este martes en el juicio que se desarrolla en la Audiencia Provincial que cuando la detuvieron les dijo que la situación “se les había ido de las manos”.
El oficial de la Benemérita ha añadido que ese comentario se lo hizo aquella, N.M., en el momento de su detención, que se efectuó el mismo día del crimen en la vivienda ubicada en Los Alcázares (Murcia) que le había dejado un amigo del también acusado, A.M., a la que ambos se habían desplazado tras los hechos.
El testigo ha señalado que la noche en que se produjo el asesinato los acusados, con el hombre que fue quemado vivo en el interior de su coche, recorrieron un perímetro de alrededor de unos veinte kilómetros y que por el trayecto seguido se puede deducir que -en contra de lo sostenido por ambos- no trataron de dirigirse a ningún centro sanitario para que se prestara asistencia al fallecido, que iba herido.
El instructor ha explicado también que cuando recibieron la noticia de la aparición de un coche carbonizado y un cadáver en su interior sospecharon que se trataba de aquel, cuya desaparición había sido denunciada por su hermana.
En esta nueva sesión de la vista oral, que desde este lunes se desarrolla en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Murcia, con sede en Cartagena, han declarado igualmente como testigos varias personas que han asegurado que el hombre que fue víctima del asesinato les contó que se sentía amenazado por la acusada, ya que esta, supuestamente, le insistía en reanudar la relación.