El micromentario de Pepe Belmonte: 'Una semana triste'

Murcia

Una semana triste. Y no sólo por las estúpidas guerras. El mismo día de la semana pasada, subían al Cielo de los Justos, al Parnaso de los Hombres Buenos, dos ciezanos ilustres: el pintor Pepe Lucas y el exfutbolista Jesús Segura.

Jesús, desde que dejara el deporte, en donde fue muy aplaudido, regentaba uno de los bares más simpáticos y populares de la Región de Murcia: la Bodega Lloret, ubicada en La Unión, donde recaló hace más de medio siglo.

En el Lloret, Jesús Segura, que formó parte de la plantilla del Barcelona, del Europa, del Levante y del Cartagena, entre otros equipos, marchaba vermuts, michirones y huevos fritos con patatas, con la misma soltura y gracia que mostraba en el terreno de juego cuando era un profesional del fútbol que se hartaba a meter goles.

Me contó en cierta ocasión, que los defensas le tenían mucho odio porque les hacía filigranas con el balón y corría mucho más que ellos. Por lo que se ve, porque la vida es así de perra, ya no le quedaban fuerzas para regatear a la maldita Huesa, que, como un mal defensa, duro y marrullero, se lo llevó por delante.

Casi a la misma edad, con setenta y siete años, murió en Madrid el grandísimo Pepe Lucas, el pintor del color, el amigo de los poetas de la generación del 27, el impetuoso artista ciezano que le hizo frente a tantos tontos que no terminaban de entender su expresión plástica.

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Era un tipo extrovertido, sin pelos en la lengua, con el que me gustaba mucho hablar, porque, sin prejuicio alguno, no dejaba títere con cabeza, y, encima, con toda la razón. Pepe Lucas pintó en donde nadie quería ni sabía pintar: en las gasolineras, en las estaciones del tren, en los sitios más inhóspitos, convirtiendo el árido paisaje en una fiesta del color.

Es muy probable que tanto el bueno de Jesús Segura como el grandísimo Pepe Lucas se hayan marchado, un tanto precipitadamente, para no tener que soportar tanta mediocridad, esa ordinariez que supone, durante estos días, la celebración del maldito y espurio Halloween.

Pepe Belmonte