El punto de vista de Pity Alarcón: 'Adiós a Pepe Lucas'

Murcia

Hoy es un día triste para los que tuvimos la fortuna de conocer y de querer al gran pintor de Cieza, Pepe Lucas. Un pintor volcánico, un ser humano vital para quien la pintura era su manera de entender la vida. Y la vida para Pepe Lucas eran los colores que salían de su paleta, las esculturas que nacían de su portentosa imaginación y la amistad con mayúscula.

Porque Pepe Lucas creía en la amistad. En esa que se labra ante un café que da para muchas horas de conversación, de mirada al mundo de una manera especial.

Así descubrí a Pepe Lucas, en una larga conversación que se plasmó en las páginas del diario La Opinión, de Murcia, y después en un libro y después con largas charlas cuando el venia a Mazarrón donde los dos pasamos un tiempo todos los años.

Charlas obligatorias. Y descubrimiento de su inmensa imaginación de artista en su estudio donde nació el Minotauro, una de sus más laureadas y reconocidas exposiciones, que surgió desde el deseo del artista de desentrañar el mito griego a través de la mirada inquieta y creativa de este pintor murciano que nos ha dicho adiós, dejando su obra esparcida por importantes colecciones de España, de Francia, de Alemania, de Chile, de México, de Inglaterra de Estados Unidos, entre otros lugares que supieron valorar la manera de crear, de hacer arte de Pepe Lucas.

Sí, hoy es un día triste para quienes le conocimos más allá de sus virtudes de artista, porque nos dio la oportunidad, de recordarle también, desde su manera de ser amigo. Ese amigo que paraba el tiempo para mantener largas charlas con aquellos a quienes quería.

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Pity Alarcón