La Subdelegación del Gobierno de Pontevedra da la voz de alerta ante el aumento de las estafas con criptomonedas
Estos timos afectan por igual al ámbito urbano y al rural de la provincia con personas con diferentes capacidades económicas y de todos los niveles de formación


El subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Abel Losada, da la voz de alerta ante el aumento de las ciberestafas con criptomonedas. Las cifras de las comisarías de la Policía Nacional y de la Comandancia de la Guardia Civil de la provincia demuestran que las ciberestafas con esta modalidad alcanzaron los 3.235.679 euros a lo largo del año pasado. Un total de 117 personas fueron engañadas por los ciberdelincuentes y perdieron su dinero.
Losada también advierte de que los datos provisionales de lo que va de año demuestran que el impacto de esta delincuencia especializada no deja de crecer, por lo que considera necesario alertar a la población de los riesgos de confiar en asesores, agencias o falsos “brokers” online sin el debido asesoramiento y sin ninguna garantía.
Afirma Losada que: “Están llegando muchas denuncias de personas que, una vez que pierden su dinero, ven como se les reclaman pagos adicionales para recuperar su inversión y vuelven a ser estafadas”.
El subdelegado considera que es un fenómeno extremadamente preocupante porque afecta a personas del ámbito rural y también del urbano, la gente con capacidades económicas muy distintas y mismo las personas de todos los niveles de formación académica o profesional. Dicen el subdelegado que “Los responsables policiales dicen que estamos delante del “timo de la estampita” del siglo XXI porque se ofrecen altísimas rentabilidades de manera casi inmediata en un “negocio seguro” y, por increíble que parezca, sigue funcionando”.
Los datos evidencian que la estafa de menor importe en la provincia fue de 248 euros y se produjo en la ciudad de Pontevedra y la más elevada alcanzó los 356.000 euros y fue recogida por la Guardia Civil. No obstante, también hay cinco denuncias en la provincia por importe superior a los 100.000 euros. El subdelegado lamenta que hay denunciantes que informan de que tienen perdidos todos sus ahorros, por lo que insiste en la prudencia antes de lanzarse a este tipo de inversiones.
La Guardia Civil recogió un total de 59 denuncias y registró la pérdida de un total de 1.647.186 euros en la provincia. En la Comisaría de la Policía Nacional de Pontevedra se registraron 30 denuncias y un volumen de 573.452 euros estafados. En la Comisaría de Vigo-Redondela, un total de 853.941 euros y 20 denuncias. En la Comisaría de Vilagarcía se presentaron 7 denuncias por un importe de 148.000 euros. Finalmente, en la Comisaría de Marín se registró una denuncia por valor de 13.100 euros.
El “modus operandi” es una captación inicial en la que los estafadores contactan con las víctimas a través de las redes sociales, correos electrónicos, anuncios publicitarios o llamadas telefónicas en las que se presentan como “brokers”, asesores financieros o representantes de plataformas legítimas. Utilizan identidades falsas y prometen siempre alta rentabilidad con bajo riesgo, advierte Abel Losada, quien subraya que en muchas ocasiones las personas estafadas son convencidas de que no pueden dejar escapar una “ocasión única”.
Los ciberdelincuentes suelen pedir una primera inversión de cuantía modesta y solicitan los datos personales del inversor, simulando procesos legítimos. A continuación, informan de ganancias ficticias para generar confianza. Las víctimas al ver su inversión crecer se sienten motivadas y entregan más dinero. Mismo se crean portales web con gráficos manipulados y testigos falsas de inversores de éxito para seguir generando confianza. Creado este vínculo se anima las víctimas a aumentar la inversión, prometiendo mayores beneficios.
Cuando la víctima pretende recuperar su dinero comienzan las excusas, se bloquean los fondos alegando problemas técnicos o mismo solicitando pagos adicionales en concepto de comisiones o impuestos, pagos adicionales que, en muchas ocasiones, se realizan. Finalmente, se corta el contacto y los estafadores desaparecen sin dejar rastro.