La mirada de Jorn Lucas: ¿Dónde están los vuelos?
Con Jorn Lucas analizamos la situación de los aeropuertos gallegos
La mirada de Jorn Lucas: ¿Dónde están los vuelos?
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A Coruña
No es la primera vez que me llama la atención la cantidad de aeropuertos que hay en Galicia. Y al mismo tiempo, lo difícil que es encontrar vuelos a otras partes de Europa.
Ya en octubre del año pasado hablé de los tres aeropuertos que compiten entre ellos mientras el aeropuerto de Oporto nos hace una competencia feroz. Y no solo es eso - Asturias se ha convertido en un punto de salida interesante. Nada en contra de Oviedo, al contrario, les deseo todo lo mejor.
Pero con aeropuertos en Vigo, Santiago y en A Coruña, deberíamos de ser capaces de ganarles a Asturias y al norte de Portugal. Por lo menos crear suficiente oferta para que los tres aeropuertos se complementen.
Sin embargo, esta semana, mi familia y yo nos encontramos otra vez con la escasez de vuelos hacia el norte de Europa. No voy a hablar del precio de los billetes, porque eso es una cuestión comercial de las aerolíneas.
Pero la oferta de conexiones rápidas e interesantes es tan baja, que para volar a Ámsterdam tenemos que recurrir a Oporto. A pesar del tiempo que nos lleva en coche, los costes extra de combustible y peajes, y la escala en Barcelona.
¿Por qué no hacemos todo lo posible para establecer un puente aéreo decente con el resto de Europa? La economía de Galicia está creciendo y hay mucho conocimiento y talento, a pesar de que los salarios siguen siendo bajos y el nivel de Inglés es pésimo.
Pero hay motivos suficientes - mira las empresas como Inditex, Hijos de Rivera y todas esas empresas en el sector pesquero, marítimo, alimentario y tecnología. A todas esas empresas les conviene tener buenas conexiones con Europa.
Y no nos olvidemos de los turistas. Sé que nosotros, los gallegos -me incluyo en ese grupo- preferimos no tenerlos. Pero en el fondo, no podemos ni queremos estar sin ellos.
Espero que no tenemos que esperar hasta 2027 - Año Xacobeo - para mejorar esta situación.
Al menos para darme el gusto a mí. Pero sobre todo para asegurarnos de que los portugueses y los asturianos no nos quiten el pan de la boca.
